Un individuo de los ‘Bocanegra’ dispara a las víctimas tras un cruce de insultos con los miembros del grupo rival | El anciano fallecido fue alcanzado por una bala perdida
Según Las Provincias, el Día de Todos los Santos se tiñó este lunes de sangre en el cementerio de Torrent por un tiroteo que ha dejado dos muertos, uno de ellos un anciano que ha recibido el impacto de una bala perdida, cuando un miembro del clan de los ‘Bocanegra’ ha disparado con un arma corta contra dos hombres de una familia con la que mantiene un despiadado enfrentamiento desde hace años.
Fuentes policiales informaron inicialmente que había varias personas heridas con impactos de bala, pero poco después confirmaron el fallecimiento de dos hombres. Uno de ellos es un hombre de 79 años, ajeno a la disputa entre los dos clanes, que recibió el impacto de una bala perdida cuando acudió al camposanto para visitar la tumba de un familiar fallecido.
Los primeros agentes que llegaron al cementerio creían que esta persona había muerto tras sufrir un infarto, pero la Policía Científica y el forense vieron un orificio en el costado cuando examinaron el cadáver . Otro hombre de 45 años, Antonio G. G., murió tras recibir varios disparos y su hijo, Pedro G. C., de 20 años, resultó herido de bala en una pierna y fue trasladado al Hospital General.
Pocos minutos después de las diez de la mañana, varias patrullas de la Policía Nacional y la Policía Local de Torrent se desplazaron con urgencia al camposanto, así como cuatro ambulancias del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU y Soporte Vital Básico (SVB).
Muchas personas que se encontraban en el cementerio parroquial de Torrent vivieron momentos de pánico tras oír los disparos. Los alrededores y la puerta del recinto se llenaron de coches patrulla y ambulancias en muy pocos minutos. Algunos testigos salieron corriendo y otros llamaron al 112 sin saber en ese momento qué estaba sucediendo.
Dos policías locales, que estaban realizando el operativo de tráfico de Todos los Santos, acudieron al camposanto tras oír los tiros, auxiliaron de inmediato a las víctimas y les practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar mientras esperaban la llegada de las ambulancias. Los agentes se cruzaron con el autor de los disparos y otros tres familiares que le acompañaban en el momento del tiroteo.
Los cuatro individuos salieron corriendo del cementerio, junto con un gran número de personas que se asustaron al oír los tiros, y pasaron desapercibidos cuando se toparon con los agentes en la puerta. Luego subieron a una furgoneta que habían aparcado cerca del camposanto y huyeron a gran velocidad. Uno de los ‘Bocanegra’ también resultó herido y dejó un reguero de sangre desde el cementerio al lugar donde estaba aparcado el vehículo.
Tiroteo en el cementerio de Torrent: «Dame la garrota, tráela para acá»
Mientras unos policías recababan datos, buscaban los casquillos y hablaban con los testigos del tiroteo, otros desalojaban a las pocas personas que todavía se encontraban en el cementerio de Torrent. Eran las diez y media de la mañana. El pánico se había apoderado de los trabajadores del camposanto y los vecinos. Decenas de vehículos quedaron atrapados en los accesos al cementerio sin poder entrar en el aparcamiento.
Después llegaron los agentes del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica , que hablaron con los testigos y comenzaron a inspeccionar los lugares donde el agresor abrió fuego y las víctimas recibieron los impactos de bala. También recogieron varios casquillos y los embolsaron para trasladarlos al laboratorio.
Según los testigos, los cuatro miembros del clan de los ‘Bocanegra’, un padre y su tres hijos, coincidieron en la misma calle del cementerio con cuatro familiares del grupo rival conocido como los ‘Marco’, y tras un cruce de miradas desafiantes e insultos, un individuo del primer clan de etnia gitana disparó a Antonio G., que intentó defenderse con un paraguas, y a su hijo.
Otros dos familiares de las víctimas, la mujer y el padre del varón fallecido, presenciaron los sangrientos hechos. También estaban dos niñas de ocho y once años , hijas del hombre asesinado y hermanas del herido, aunque su madre las apartó segundos antes del tiroteo. La familia había acudido al cementerio para depositar unas flores junto a la tumba de la madre de Antonio G.
Tras los disparos, el arma de fuego cayó al suelo y uno de los ‘Bocanegra’ resultó herido. Además, una bala perdida causó la muerte de un anciano de 79 años que se encontraba en la misma calle del camposanto.NEWSLETTER
Según las primeras investigaciones policiales, el tiroteo de hoy es una venganza por otro enfrentamiento a tiros que tuvo lugar en 2016 en Torrent, cuando cuatro personas resultaron heridas en el barrio del Xenillet. En aquella ocasión, la rápida actuación de la Policía evitó que una multitud linchara a uno de los sospechosos de participar en el tiroteo que sufrieron Ramón G. y uno de sus hijos.
Los dos clanes que se enfrentaron en febrero de 2016 residían en el barrio del Xenillet de Torrent a 50 metros de distancia. Aquellos hechos ya fueron juzgados con la absolución de tres varones por no poder probar que fueron autores de los disparos.
Dos de los hombres que resultaron heridos en el tiroteo de 2016, Ramón G. y su hijo Manuel G., están implicados en los dos homicidios perpetrados hoy en el cementerio de Torrent, ya que fueron identificados como miembros del grupo de los ‘Bocanegra’ que huyeron tras los disparos. Además, Antonio G., uno de los hombres fallecidos en el camposanto, es primo segundo de los tres individuos procesados y absueltos en el juicio celebrado en 2018.
Pero no es el primer enfrentamiento entre los dos clanes y tampoco en el Día de Todos los Santos. En 2018, la Policía Local de Torrent recibió el aviso de que en el interior del camposanto se había producido un tiroteo. Varias patrullas acudieron con urgencia al cementerio, como ha sucedido hoy, y los agentes comprobaron que no había ninguna persona herida por disparos, pero pudieron constatar que ambas familias se habían amenazado .
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