Son carteristas con numerosos antecedentes y habían protagonizado varios dispositivos policiales
Redacción, 06/09/2021
Según El Diario, cuando los agentes los vieron en las inmediaciones de un banco, no dudaron en pararse a observar lo que hacían. Los sospechosos eran una pareja de conocidos carteristas especializados en asaltar a ancianos, a los que acosaban al salir de los cajeros automáticos.
Su olfato policial no les falló y aquella vigilancia acabó con la detención de los delincuentes cuando asaltaron a una nueva víctima en la capital malagueña, según han precisado las fuentes consultadas por este periódico.
Los hechos tuvieron lugar hace unos días. Una dotación del Grupo de Investigación y Protección (GIP), cuyos agentes patrullan vestidos de paisano y en coches camuflados, se percataron de la presencia de los carteristas en la calle.
Tenían una actitud vigilante mientras se fijaban en los ancianos que entraban y salían de los cajeros de las sucursales bancarias que hay en la zona
Las fuentes consultadas han explicado que los delincuentes –un hombre de 51 años de edad y una mujer de 40, ambos de nacionalidad española– se encontraban separados, buscándose constantemente con la mirada. De hecho, se hacían gestos, llegando a ver los policías locales como incluso señalaban a personas mayores. Eran las señas que empleaban para repartirse a las víctimas.
Observaron como efectuaban la técnica empleada por los carteristas. Estaban en puntos separados y la mujer se acercó primero a la víctima para sustraerle la cartera, momento en el que su compinche se puso al lado para llevársela. Sin embargo, no consiguieron su botín en ese intento. Además, justo en ese instante pasó por la zona una patrulla uniformada, por lo que los delincuentes se dispersaron y se alejaron de los ancianos.
Pero no tardaron en regresar una vez que los agentes de uniforme se marcharon. No imaginaban que estaban siendo observados por otros que estaban vestidos de paisano y que no les quitaban ojo. Se percataron de como volvían a marcar a sus objetivos, que siempre respondían al mismo perfil: ancianos de avanzada edad que se encontraban en mala condición física y que empleaban la ayuda de bastones o andadores para desplazarse.
Iban eligiendo a sus víctimas, pero desistían en el último momento por el paso de viandantes cerca de ellos o por algún otro motivo. Querían estar seguros de que el golpe iba a salirles bien, siempre según han informado las fuentes consultadas por este periódico.
Se fijaron en un anciano que caminaba por la calle Luis Braille.
En la esquina con calle Honduras se encontró con otro hombre, más mayor que él y que iba cargado con dos bolas, marcándolo entonces los delincuentes como el nuevo objetivo. Se hicieron un gesto para dejar de seguir al primero y se centraron en el segundo de los varones.
Cuando caminaba solo, ambos se acercaron de forma implacable a su objetivo. Las fuentes consultadas han señalado que la mujer agarró la cartera del anciano mientras su compinche intentaba taparla, momento en el que la víctima se resistió y se produjo un forcejeo, durante el cual ella le tiró las bolsas en un intento de desequilibrarlo y que tuviera que soltar la cartera para poder quitársela.
Al observar la escena, los policías locales procedieron a detener rápidamente a los dos delincuentes habituales. Al respecto, las mismas fuentes han afirmado que los arrestados son carteristas con numerosos antecedentes, que habían protagonizado varios dispositivos policiales.
En cuanto a la víctima, los agentes se entrevistaron con ella. El hombre, de 86 años de edad, les contó que, al ver a la mujer en la calle, le había dado mala impresión y que por eso decidió agarrar la cartera por si intentaba quitársela. Al igual que los policías locales, el anciano no se equivocó.
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