Inicia un proceso de despido colectivo para 210 empleados de Grupo El Árbol
Redacción, 25/10/2019
Según El Economista, Eel Grupo Dia disparó sus pérdidas hasta los 418,7 millones de euros durante el primer semestre de su ejercicio 2019, lo que supone catorce veces más respecto a los 29,6 millones perdidos en el mismo periodo del 2018. Son números rojos que obedecen al cierre de 663 tiendas deficitarias -323 de ellas en España-, “con una contribución negativa permanente”, la falta de producto en los supermercados, el ERE en España y las provisiones para hacer frente al reconocimiento de distintas partidas. La deuda financiera neta se sitúa en 1.817,9 millones de euros a finales de junio de 2019, lo que supone 361,7 millones de euros más que a finales de 2018. La consencuencia inmediata ha sido que los gastos financieros se han multiplicado por siete, hasta 88,4 millones. Al cierre del primer semestre, el 30 de junio, la compañía tenía unos fondos propios negativos de 566,2 millones, frente a los 166,1 millones en rojo con los que cerró el anterior ejercicio el 31 de diciembre de 2018.
Por países, la ventas brutas bajo enseña, cayeron un 7% en España, hasta .500,2 millones de euros; un 4,6% en Portugal, hasta 377,1 millones; un 15,4% en Brasil, el país donde se ha registrado un mayor deterioro del negocio, hasta 681,1 millones y un 47,3% en Argentina debido, no obstante, a la fuerte depreciación de la moneda.
La cadena de supermercados ha achacado sus elevadas pérdidas al “fuerte” impacto negativo en los resultados relacionado con el “importante” descenso de las ventas y también por los efectos excepcionales registrados durante el período por las diferentes medidas adoptadas para establecer una base “adecuada” y dar un cambio de rumbo a largo plazo al grupo.
Dia anuncia el despido de 210 empleados de su filial Grupo El Árbol
Ello se traducirá, según ha explicado la firma, en efectos “positivos” visibles sobre las ventas y en la rentabilidad a medio y largo plazo. Entre enero y junio, las ventas netas alcanzaron los 3.400 millones de euros, lo que supone un descenso del 7%, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado se situó en 33,2 millones de euros, un 83,9% menos.
Asimismo, las ventas brutas bajo enseña cayeron un 18,3%, hasta los 4.250 millones de euros, mientras que las ventas comparables lo hicieron en un 7,8%, mostrando una tendencia negativa y un “fuerte” deterioro, debido a los niveles de falta de ‘stock’ en las tiendas y almacenes por la “complejidad” del entorno de negocio. La compañía está frenando, sin embargo, el deterioro de las ventas. A superficie comparable, mientras que la caída fue del 11,1% en mayo y del 15,5% en junio; en julio ese descenso se redujo ya al 9% y en agosto al 7%.
Dia, que ha presentado este jueves sus primeros resultados tras materializarse la OPA de Letterone, ha resaltado que el rendimiento de Dia durante la primera mitad del año se ha visto afectado por una serie de factores “negativos y extraordinarios”, entre ellos un despido colectivo en España y otras medidas de recorte de plantilla en Brasil para mejorar la productividad.
A ello se suma los “muy elevados” niveles de falta de ‘stock’ en las tiendas del grupo durante todo el periodo, el cierre de 663 tiendas deficitarias con una contribución negativa permanente, una iniciativa de traspaso de tiendas franquiciadas a propias que ha afectado inicialmente a 222 tiendas con el objetivo de mejorar y reforzar la red de franquicias y un plan de optimización del surtido comercial para lograr una reducción significativa del número de referencias a fin de eliminar la complejidad y mejorar las operaciones.
Despidos y cierres
En el marco de la ya anunciada discontinuación del negocio cash & carry, la compañía ha iniciado un proceso de despido colectivo para su filial Grupo El Árbol Supermercados y Distribución, que afecta principalmente al cierre de las tiendas Max Descuento (30 establecimientos) y que podría afectar a un máximo de 210 empleados.
En cuanto a la evolución del negocio a partir del segundo trimestre, con la llegada nueva dirección y la inyección de liquidez de junio, Dia ha resaltado que la prioridad “inmediata” ha sido normalizar la relación con los proveedores, eliminar las faltas de ‘stock’ y abastecer “completamente” las tiendas y almacenes, con el fin de estar preparados para dar un servicio completo a los clientes y volver a la normalidad lo antes posible.
El efecto positivo de esta normalización ya es visible en julio y agosto, ya que en este periodo las ventas comparables muestran una recuperación gradual y significativa desde los mínimos históricos registrados en junio (-15,5%).
Recuperación de las ventas
De cara al futuro, la compañía controlada por LetterOne, sociedad del inversor ruso Mikhail Fridman, con casi el 70% de la cadena de supermercados, tiene la intención de seguir apoyando y promoviendo esta recuperación inicial de las ventas a través de diversas iniciativas en diferentes ámbitos (el área comercial, operaciones, logística) con el objetivo común de impulsar la afluencia de clientes a las tiendas, mejorar las ventas y la productividad.
“La nueva dirección de Dia es plenamente consciente de la exigente situación. El equipo tiene los conocimientos y la experiencia para poner el negocio de nuevo en marcha y continuar tomando las medidas necesarias para situar a Dia en una posición de fuerza y lograr el éxito a largo plazo. Todos los días habrá mejoras y cambios, lo que llevará algún tiempo”, ha resaltado el consejero delegado de Dia, Karl-Heinz Holland.
El grupo ha afirmado que cuenta ahora con un ‘cashflow’ estable y un “sólido” fondo de maniobra, que combinado con una “clara” estructura de capital, liquidez y un “contrastado” equipo de gestión, está capacitado para fortalecer su balance financiero.
En este sentido, los mayores impactos en el Ebitda ajustado, que suman 88,8 millones de euros, se refieren a los esfuerzos de liquidación de existencias y a las amortizaciones de cuentas por cobrar.
“El resultado inmediato de estas actuaciones es un balance más fuerte y saludable”, ha señalado Dia, que ha añadido que la efectividad de la refinanciación de las líneas existentes, las nuevas líneas de financiación obtenidas, los préstamos con participación en beneficios y los futuros ingresos procedentes de la ampliación de capital prevista, implican la eliminación de la causa de disolución por pérdidas.
“La estructura de capital viable a largo plazo y la solución a las necesidades de liquidez de la misma sientan las bases para el cambio exitoso del negocio”, ha resaltado.