SEVILLA 25.9.2019 / Jose Manuel García Bautista
Se trata de uno de los lugares más espectaculares del mundo, a miles de metros de altitud se encuentra el antiguo santuario inca de Machu Picchu, en Perú.
Parece que los investigadores han descubierto que su construcción pudiera estar relacionada con la existencia de las fallas geológicas a sus pies.
Así se ha desprendido de la reunión anual de la GSA (Geological Society of America), donde Rualdo Menegat,
geólogo de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, en Brasil, presentó los resultados de un análisis geoarqueológico.
“La ubicación de Machu Pichu no es una coincidencia. Sería imposible construir un sitio así en las altas montañas si el sustrato no se fracturara”.
El estudio es una combinación de imágenes de satélite y mediciones de campo, así como el mapeo de la red de fracturas y fallas que se cruzan bajo Machu Picchu.
Habría que tener en cuenta que algunas de las fallas tienen orientación hacia el noreste-suroeste y otras tienden hacia el noroeste-sureste, se cruzan y crean una forma de “X” debajo de Machu Picchu.
Sobre su relación, de la ciudadela, decía el experto: “El diseño refleja claramente la matriz de fracturas subyacente al sitio”.
No es el único caso pues ciudades antiguas incas, como Ollantaytambo, Pisac y Cusco, están en la
intersección de las fallas.
“La intensa fractura allí predispuso a las rocas a romperse a lo largo de estos mismos planos de debilidad, lo que redujo en gran medida la energía necesaria para
tallarlas”, indicaba Menegat.
“Alrededor de dos tercios del esfuerzo para construir el santuario involucraba la construcción de
drenajes subterráneos”.
“Las fracturas preexistentes ayudaron a este proceso y contribuyeron a su notable conservación”.
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