SEVILLA 13.9.2019 / Jose Manuel García Bautista
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el contenido en mercurio de los alimentos es uno de los peligros más nocivos que hay de cara a la salud pública en la actualidad.
Se puede encontrar, con más facilidad, en el pescado y el marisco por metilmercurio.
Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas, decía sobre ello: “El mercurio es tóxico para el ser humano, la fauna, la ora y todo el ecosistema”.
Estas sustancias “en altas concentraciones puede ser mortal”. El metilmercurio “es un complejo orgánico formado por la actividad bacteriana y es la forma en que el mercurio se encuentra en la cadena alimentaria”.
Las especies marinas son portadores de grandes cantidades de estas sustancias pues “en animales acuáticos, tanto de río como de mar, por su
especial capacidad de acumulación”.
La bioacumulación también influye en todo ello pues “hay mayor concentración en los animales marinos que se alimentan de otros
animales marinos, así cuanto más alto se está en la cadena alimentaria, mayor es la concentración de metilmercurio”.
Debemos saber que animales tienen mayor contenido en metilmercurio son: el pez espada, el tiburón, el atún rojo y el lucio.
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) tiene un límite para la cantidad de metilmercurio: “Sin embargo, desde 2001 está vigente en Europa el límite de metilmercurio presente en pescados para su consumo.
El máximo permitido 1 microgramo por kilogramo de pescado en el caso del rape, bonito, etán, rosada, marlín, gallo, salmonete, besugo,
tiburón, atún, pez espada y esturión, entre otros”.
El metilmercurio “es especialmente peligroso para embarazadas, lactantes y menores de cero a tres años”.
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