Madrid, 8 Septiembre.- Jueces, periodistas y colectivos han hecho llamamientos a la responsabilidad de los medios de comunicación.
Esto para que no conviertan en un circo el juicio a Ana Julia Quezada por la muerte del niño Gabriel Cruz.
El mismo arranca este lunes en la Audiencia de Almería.
El tratamiento que algunos medios de comunicación hicieron durante la desaparición del niño y la posterior detención de la autora confesa ha hecho que varios colectivos hayan advertido antes del comienzo del juicio de la posibilidad de que se repita.
De hecho, el Servicio de Asistencia a la Víctima de Andalucía ha pedido que todo el juicio se celebre a puerta cerrada.
Si bien la Audiencia ha decidido establecer esa limitación tan solo para algunas sesiones.
Entre ellas las del testimonio de los padres y otros familiares y las de las pruebas forenses.
Los padres del niño han pedido que se eviten los excesos cometidos durante la búsqueda.
Con lo que el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) ha promovido “un pacto ético” entre los profesionales y asociaciones de periodistas de esa comunidad para evitarlo.
Advertencias anteriores
El Consejo ya denunció en abril de 2018 el “morbo, espectacularización y explotación sentimental” que fomentaron algunos medios.
Y la “difusión de imágenes violentas” en la cobertura.
El objetivo es que las informaciones no añadan dolor a la familia, como también demanda Aldeas Infantiles SOS.
Esa asociación ha advertido de que la intimidad personal y familiar, el derecho al honor y a la propia imagen y el interés superior del menor deben regir todas las informaciones.
Y ha instado a todos los medios a cumplir los códigos deontológicos y las leyes.
También las asociaciones de jueces se pusieron de acuerdo para reclamar un tratamiento informativo responsable ajeno al “circo mediático” que algunos montaron entonces.
Los jueces solicitan respeto por la intimidad del menor y su familia, pero también por la presunción de inocencia de la acusada.
Además, la Federación de Asociaciones de Periodistas (FAPE) también ha apelado al cumplimiento de su código deontológico.
“Sin perjuicio de proteger el derecho de los ciudadanos a estar informados, los periodistas y los medios deben aplicar estrictamente principios deontológicos básicos como el respeto de las personas a su propia intimidad e imagen”, ha advertido.
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