SEVILLA 8.5.2020 / Jose Manuel García Bautista
Estados Unidos, de la mano de su presidente, el siempre excéntrico Donald Trump, empuja sobre la “teoría de la conspiración” con respecto al origen del Covid-19 responsabilizando a China de los problemas que tiene su país.
No hay que engañarse, a Trump lo que menos le preocupa es la salud y lo que más, en este orden es su carrera política y posible reelección así como la economía y posibles compensaciones reclamadas a China.
Trump no ha dudado en afirmar que la pandemia de Covid-19 es el resultado de un contagio accidental en un laboratorio chino y que el “encubrimiento” de Beijing bloqueó una respuesta global efectiva perjudicando al mundo y en lo segundo es muy posible que lleva hasta razón, lo primero es indemostrable aún -si es que pudiera tener visos de realidad-.
El principal experto en enfermedades infecciosas de Trump, el doctor Anthony Fauci afirma que el coronavirus que provoca el Covid-19 es de origen silvestre, una opinión más válida que la del secretario de Estado Mike Pompeo cuando afirmó: “Hay una cantidad significativa de evidencia de que esto provino de ese laboratorio en Wuhan” pero ni las mostró ni las muestra…
Estados Unidos está acostumbrada a tener presidentes mentirosos y manipuladores, sólo hay que ver los ejemplos, el trasfondo es que se puede empujar al mundo a un conflicto como cuando mintió la administración de George Bush (hijo) sobre las armas de destrucción masiva en Irak de la guerra en 2003.
Las agencias de inteligencia y los análisis científicos afirman que no hay pruebas sobre un “Covid-19” de laboratorio aunque Trump obvia esto incluso amenazando con disolver el gabinete de asesores en materia de Sanidad por ir contra su opinión. En Estados Unidos, aquellos más objetivos, afirman que Trump usa mentiras e insinuaciones para asustar a la población de su país y del mundo.
Está siendo muy repetido que China fue “poco cuidadosa” en el laboratorio de cuarto nivel de Wuhan y que se les pudo haber escapado “un arma biológica”. China se defiende de las acusaciones pero lo cierto es que tampoco son un modelo se seguridad en instalaciones de estas características. Un coronavirus liberado accidentalmente en el Instituto de Virología de Wuhan, y posteriormente encubierto es por lo que se aboga ahora en la administración de Trump.
La línea de contagio habría sido que el coronavirus estuvo circulando en Wuhan durante semanas, se organizó el Año Nuevo chino a finales de enero con millones de viaje en el interior de China y en el mundo con este destino (sobre todo de emigrantes) y eso propagó el virus aunque ya en octubre (con la celebración de los Juegos Militares) fueron muchos los atletas que cayeron enfermos.
Estados Unidos critica a China en prácticas secretas con virus en laboratorios pero lo cierto es que ellos mismos han financiado este tipo de investigaciones en su propio territorio y en el país asiático con un presupuesto de 3,4 millones de dólares reconocidos (financiaciones encubiertas puede haber muchas más).
Lo que se sabe ahora con certeza, por parte de los biólogos y virólogos, es que los murciélagos son los portadores del coronavirus y que este patógeno pudo haber tenido un huésped mamífero intermedio, tal vez comercializado en el mercado de animales vivos de Wuhan. Habría sido el mismo implicado en la mayoría de los casos que aparecieron, mínimo, en diciembre de 2019 aunque, presumiblemente, fue a finales de septiembre.
Informaciones científicas del sistema sanitario chino indican que los primeros casos humanos ni siquiera se originaron en Wuhan, habrían sido llevados al mercado de la ciudad por una persona infectada que viajaba desde el oeste de China.
Más ciertas parecen las acusaciones del Trump al decir que China encubrió el brote durante semanas pese a que los primeros casos inusuales de neumonía viral fueron notificados a mediados de diciembre; la Organización Mundial de la Salud (OMS) también habría sido engañada sobre ello pese a que los funcionarios de salud de Wuhan notificaron a la oficina de la OMS en China el 31 de diciembre el brote. La agencia de salud de China comunicó a los CDC de Estados Unidos el 3 de enero siendo el genoma completamente secuenciado y publicado en línea el 11 de enero, y Wuhan fue bloqueado el 23 de enero.
China también censuró publicaciones en internet sobre el coronavirus y eliminó palabras claves en los buscadores sobre el mismo ante, durante y después de conocerse la propagación del Covid-19… ¿Cuál es la razón? Invita a sospechar.
Chocante que el 30 de diciembre el malogrado doctor Li Wenliang avisara a sus colegas médicos de un nuevo brote que se parecía al SARS. El sistema represivo chino condenó al doctor Li y la Oficina de Seguridad Pública de Wuhan le obligó a firmar una declaración admitiendo que había perturbado el orden público. “Misteriosamente” Li murió por la la enfermedad en febrero y hoy es un “héroe” nacional, nombrado rápidamente para tapar la mala acción de las autoridades chinas con el doctor.
El retraso en comunicar la epidemia (pandemia después) y la falsa seguridad de poderlo controlar, quizás por no interrumpir el comienzo del Año Nuevo Chino que un motor económico generó más contagios que se propagarían por todo el mundo.
La guerra comercial de Trump contra China, por ejemplo con el “affaire” Huawei y otras compañías chinas de alta tecnología son manifiestas y ha habido cruce amenazas directas entre ambas naciones donde Estados Unidos se ha sentido “abandonada” al comprobar como Reino Unido y Alemania siguen haciendo negocios con Huawei y cooperando con China, aquí tiene mucho que ver que el país asiático es comprador importante de deuda externa en Europa.
China y Estados Unidos han rebajado la tensión dando continuidad a los acuerdos comerciales firmados que, posiblemente hará que se reduzcan los comentarios sobre el origen del coronavirus y otras acusaciones… Al final mucho parece reducirse sólo a dinero.
Conflicto de intereses, mentiras, dinero, salud, elecciones… Todo se mezcla en una historia más digna de un guion de cine que de la realidad allá donde hay que separar muy bien aquello que no es verdad de lo que si y hasta donde llega la manipulación de la información de unos y otros.
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