SEVILLA 16.6.2020 / Jose Manuel García Bautista
La muerte de Rosa María Sardà ha dejado un profundo vacío en el mundo del teatro y la televisión, la carismática actriz padecía cáncer y murió como consecuencia de lo avanzando de la enfermedad.
Ahora, entre los homenajes que está recibiendo, su hermano Javier Sardá, le dedica en El Periódico unas sentidas palabras:
“Hoy pido disculpas porque no se me ocurre hablar de ningún otro tema. Sin mi lectora me he quedado bastante solo”, añade que “esta sección tiene una lectora menos. No es una lectora cualquiera. Ha sido una lectora crítica, apasionada y entusiasta”.
“De ella he aprendido a decir lo que pienso sabiendo que, por tanto, no es posible gustar a todo el mundo. La verdad es que la falta de mi lectora es irreparable. Creo que hablaré con contabilidad y que no me paguen este artículo. Es un artículo que no lo es”.
“He estado a punto de decir que esta semana no escribía nada por la falta de mi lectora, y quizá habría sido mejor. Pido toda vuestra condescendencia y comprensión, a pesar de que yo mismo no sé si se las otorgaría a un cronista que adolece de este modo de la falta de una lectora”.
“El caso es que este deslavazado texto ella no lo leerá, creo que para mi bien físico. Imagino a mi lectora diciéndome que me deje de historias y de cuentos y que a ver si me pongo en solfa y me dejo de tonterías”, escribe Sardà.
“Agradezco a mi lectora que me haya enseñado a ver el mundo con su apasionante temperamento y su enorme cultura. Adiós, lectora”.
El mejor homenaje, el más sentido y el que sale del corazón.