SEVILLA 23.8.2020 / Jose Manuel García Bautista
Para unos es el monasterio de los horrores, para otros una espeluznante forma de conservación de cuerpos momificados.
Son los cuerpos de monjes conservados con sus túnicas y rosarios para la “eternidad” encontrándose en la cripta del monasterio de Brno en la República Checa.
En la cripta del monasterio sólo se conservan ya apenas dos docenas de las cerca de 200 momias originales se han mantenido después de haber sido enterradas hace siglos. Curiosamente los monjes y feligreses están enterrados uno junto al otro en la cripta siendo un espectáculo realmente impresionante verlo.
No hay quién falte a salir del monasterio de Brno horrorizado; los monjes momificados sostienen en sus huesudas manos un rosario como vestigio de fe y religiosidad.
Se encuentran en la Cripta de los Capuchinos de la Iglesia de la Santa Cruz, tienen una antiguedad de siglos pero no ha sido hasta las últimas décadas cuando se ha tenido la oportunidad de saber de ellas y poder visitarlas.
Las especiales características de la cripta hacen que se convierta en un lugar idóneo para su mantenimiento. Las condiciones de humedad y la frescura que le proporciona un sistema de conductos de ventilación permitió a los cadáveres ser momificados en el aire libre.
Los cuerpos se encuentran alineados, tendidos sobre su espalda con los brazos cruzados (los que pueden tenerlo en tal posición), en una visión que parece casi quimérica, casi de otro tiempo. Cuerpos alineados en filas a lo largo de las paredes de la cripta que, antaño,sumaban casi dos centenares de ellos.
Este tipo de enterramientos comenzó en el monasterio de Brno hace tres siglos, a finales del XVIII. Además de los monjes se encuentran allí estos y sus benefactores.
Además el monasterio tiene otros atractivos como lo es su particular arquitectura con esculturas barrocas de 1765.
Los visitantes al salir de la cripta dice que “no es para los aprensivos” o “extraño y definitivamente no para los niños”.
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