SEVILLA 16.8.2019/Jose Manuel García Bautista.-
La búsqueda de un planeta similar a la Tierra se ha convertido casi una obsesión para científicos y astrónomos de todo el mundo. El hallar exoplanetas con posibilidad de vida es un hecho que se ha intensificado en los últimos años.
Se estima que una de cada cuatro estrella como el Sol puede tener planetas rocosos dentro de una zona de habitabilidad. Así la revista The Astronomical Journal ha publicado un trabajo realizado por investigadores de la Universidad de Penn State sobre los planetas de este tipo descubiertos por la Kepler de la NASA.
En función de las condiciones y la posibilidad de que tengan agua explica Eric B. Ford que “saber con qué frecuencia debemos esperar encontrar planetas de un determinado tamaño y período orbital es extremadamente útil para optimizar los estudios de exoplanetas y el diseño de las próximas misiones espaciales para maximizar sus posibilidades de éxito”.
El científico añadió que “Kepler descubrió planetas con una amplia variedad de tamaños, composiciones y órbitas”, además “queremos utilizar esos descubrimientos para mejorar nuestra comprensión de la formación de planetas y planificar futuras misiones para buscar planetas que puedan ser habitables. Sin embargo, simplemente contar exoplanetas de un tamaño o distancia orbital dada es engañoso, ya que es mucho más difícil encontrar pequeños planetas lejos de su estrella que encontrar planetas grandes cerca de su estrella “.
Para que todo resulte más sencillo se diseño un nuevo modelo que “utilizamos el catálogo final de planetas identificados por Kepler y las propiedades estelares mejoradas de la nave espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea para construir nuestras simulaciones” decía Danley Hsu, un estudiante graduado en Penn State y el primer autor del artículo. Además matizaba que “al comparar los resultados con los planetas catalogados por Kepler, caracterizamos la tasa de planetas por estrella y cómo eso depende del tamaño del planeta y la distancia orbital. Nuestro enfoque novedoso permitió al equipo tener en cuenta varios efectos que no se han incluido en estudios anteriores”.
