SEVILLA 17.5.2020 / Jose Manuel García Bautista
La futura vacuna para tratar el Covid-19 es objeto de codicia por parte de muchos países y empresas farmacéuticas, tanto que según indica desde el Gobierno de los Estados Unidos, la investigación médica sobre el nuevo coronavirus sería el objetivo de los hackers vinculados a China.
El FBI, Buró Federal de Investigaciones, detectó intentos de intrusión cibernética entre los grupos que investigan las vacunas y tratamientos contra el Covid-19 .
De esta forma el gobierno de Estados Unidos ha acusado a China de ciberespionaje, a los que Pekín ha reiterado su negación absoluta y es que la pandemia ha complicado y colmado de tensiones la relación entre los dos países.
Estados Unidos es uno de los países más afectados del mundo y China ni se sabe por la cifras falsas sobre el alcance de la enfermedad que han facilitado.
El FBI y la Agencia de Seguridad Cibernética y de Infraestructura (CISA), una división del Departamento de Seguridad Nacional, emitieron una advertencia conjunta sobre este tema “los sectores de atención médica, farmacéutica y de investigación que trabajan en la respuesta al covid-19 deberían ser conscientes de que son objetivos prioritarios ” de los piratas informáticos.
Estos cibercriminales “habían sido observados intentando identificar y obtener ilícitamente datos valiosos de propiedad intelectual y de salud pública” sobre tratamientos del coronavirus, dice el comunicado.
“El posible robo de información pone en peligro el hallazgo de tratamientos seguros, efectivos y eficientes”.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, expresó su rechazo a las sospechas sobre su gobierno “somos líderes mundiales en el tratamiento para el covid-19 y la investigación de vacunas. Es inmoral atacar a China con rumores y calumnias , sin ninguna evidencia”, afirmó.
China tiene experiencia en este tipo de escándalos pues en 2009 Estados Unidos advirtió que piratas informáticos vinculados al país asiático que lograron infiltrarse en los datos confidenciales del avión de combate Lockheed Martin F-35. El hecho más sospechoso es que China anunció que estaba desarrollando un avión similar, el Shenyang J-31.
Bill Evanina, el director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad de Estados Unidos indicó que China roba a Estados Unidos, al año, propiedad intelectual por el valor de unos 400.000 millones de dólares.
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