SEVILLA 7.2.21 / Jose Manuel García Bautista
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Un lugar mágico en Jaén, que no debemos dejar de visitar es Baeza, con muchos rincones secretos que ocultan la esencia misma del misterio.
El primer enclave mágico es la iglesia de Santa Cruz, datada en el románico tardío, sobre este magnífico templo narraba Juan García Atienza:
“Fue posesión templaria, posiblemente dependiente de Úbeda. Se conserva la Iglesia de Santa Cruz, con cruces templarias en la fachada. La capilla es una de las muestras más meridionales del románico peninsular. Se levantó en 1221, cuando era maestre de castilla el templario fray Pedro Álvarez. El templo, al parecer, fue anteriormente mezquita y quedan restos de su pasado islámico en el interior. La decoración, sobre todo en los canecillos, es tremendamente sobria y se reduce a figuras abstractas y geométricas”.
Igualmente en Baeza tuvo una gran parte de sus experiencias místicas San Juan de la Cruz y en la ciudad se tiene el cuerpo incorrupto de San Pedro Pascual, que llegó muerto a lomos de una mula ciega que se detuvo allí, eligiendo el lugar.
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Es curiosa la singular historia de éste santo pues estuvo dos décadas preso de los musulmanes en Granada, allí se interesó –y estudió- la doctrina de Dios y tuvo permiso para hacer sus funciones de ministro de la Iglesia. Eso hasta que escribió algo que a los musulmanes desagradó y fue decapitado.
A Úbeda también está muy vinculada la figura de San Juan de la Cruz donde enfermó y murió, allí se encuentra la basílica en su honor, primer templo construido en homenaje del místico español.
El cuerpo no presentaba “grandes heridas”, aunque sí marcas de haber recibido supuestamente golpes en la cara y en la cabeza.
En esta localidad también encontramos el museo de San Juan de la Cruz con piezas tan destacadas como un autógrafo fechado en 1587, un relicario con los dedos corazón y pulgar de su mano derecha, su casilla y dos manuscritos de su beatificación y canonización del año 1617.
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