SEVILLA 15.3.2020 / Jose Manuel García Bautista
Enoc pasará a la Historia del Cristianismo como uno de los profetas de la antigüedad, patriarca hijo de Jared y Matusalén que tuvo su “existencia” hacía el año 2000 a.C., y que además tuvo una larga vida de 365 años… como los días que forman un ciclo de rotación.
El misterio en torno a este iniciado es profundo… Su nombre significa “el iniciado” y Moisés dice que él que: “fue arrebatado y llevado a los cielos por un carro de fuego”… De esta expresión del propio Moisés se dice que sólo es una metáfora sobre la muerte del profeta Enoc, quizás buscando la respuesta fácil a un enigma demasiado complejo…
El llamado “Libro de Enoc” si fue incluido por la iglesia Abisinia entre sus textos sagrados pero no así en la oficialidad católica quién no considera que el libro fuera revelado por Dios. Así estaríamos ante un libro en el que podemos encontrar una serie de hechos insólitos ocurridos en torno al profeta…
Así Enoc nos narra como entró en contacto con “seres celestiales”: “Estando solo en mi casa, se me aparecieron dos hombres de gran estatura. Sus rostros brillaban como el Sol. Sus ropas y sus voces eran magníficas”. Oficialmente se les tildó de ángeles, para los más osados eran “los astronautas del pasado”, los “visitantes de otros mundos”.
Y Enoc fue invitado a visitar “las esferas del firmamento” –es decir: el concepto planeta que desconocía Enoc pero que expresaba de esa forma-. Sobre su viaje Enoc decía: Era un gran palacio hecho de cristal labrado. El suelo estaba embaldosado de placas de vidrio y el piso era también de cristal”.
A través de ese “casco de cristal” Enoc pudo ver diferentes partes de nuestro sistema solar, pero además aquellos seres celestiales explicaron a Enoc la Historia de los seres humanos… La historia tiene mucho de común con la narrada por egipcios, sumerios y babilonios: los enviado de los dioses se mezclaron con la raza imperante en la Tierra, copularon con ellas, y dieron lugar a una especie de gigantes con lo que alteraron el plan divino.
Además explicaron el funcionamiento del cosmos, mostrando conocimientos que no sería descubierto hasta milenios más tarde, tales como las órbitas solares, los ciclos de la Luna, la mecánica celeste, la densidad de las estrellas… Otros sistemas solares… Demasiado para ser una simple fabulación.
Llamó a aquella nave “Palacio volador” y los conocimientos mostrados a Enoc iban mucho más allá de su época.
Y surgen mil preguntas: ¿Qué era aquel “palacio volador”? ¿De donde procedía?¿Quienes eran sus ocupantes?¿Qué visitaron? ¿Por qué secuestró a Enoc?¿Qué es un “carro de fuego”? ¿Cómo es posible visitar otros lugares de nuestro sistema solar?
Demasiadas preguntas que nos llevan a una misma, y evidente, respuesta ¿verdad?
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