BARCELONA, 17 Marzo de 2019. –
La Audiencia de Barcelona juzgará el próximo miércoles a un delincuente que violó y apuñaló a una mujer. Posteriormente la arrojó en un barranco y la tapó con tierra y hojas pensando que la había matado. Los hechos sucedieron en Castellbisbal (Barcelona) el 29 de octubre de 2016.
La Fiscalía pide para el acusado, T.P.C., la pena de 70 años de cárcel por delitos de detención ilegal, delito de asesinato en grado de tentativa, delito continuado de agresión sexual y robo con intimidación.
En su escrito de acusación, la Fiscalía considera que el acusado cometió los hechos aprovechando un permiso penitenciario.
Ese día abordó a la víctima cuando acababa de subir a su coche en un aparcamiento en Igualada (Barcelona) a primera hora de la mañana.
Le exhibió una navaja y le obligó a llevarle hasta Martorell (Barcelona). Le aseguraba que solo quería ir a salvar a su hija de unos traficantes.
En una urbanización de Castellbisbal, la obligó a bajar del coche. A continuación la llevó a adentrarse en una zona boscosa por un camino forestal. Le dijo: “te ha tocado” y la violó en varias ocasiones.
Después la obligó a adentrarse en una zona de difícil acceso, entregarle las llaves del coche y la tarjeta de crédito, además del código PIN.
La puso de espaldas y le asestó siete puñaladas en el cuello y una en la zona lumbar. Todo lo hizo, según el Fiscal: “con ánimo de atentar contra su vida para evitar su identificación y detención”.
La víctima cayó desplomada en el suelo, y entonces el acusado la arrastró y la lanzó por un barranco de cinco metros de altura.
Creyó que estaba muerta le tiró encima tierra y diversas ramas con la finalidad de ocultarla. Pero la mujer sobrevivió, prosigue la fiscal en su escrito de acusación.
El hombre huyó con el coche, lo abandonó en la A-2 en Martorell y cogió el tren. Con la ayuda de un sobrino menor de edad, sacó del cajero automático 1.000 euros de la cuenta.
El acusado fue detenido finalmente el 31 de octubre de 2016.
Además de los 70 años de cárcel, la fiscal pide para él diez años de libertad vigilada, orden de alejamiento y que indemnice a la víctima con 70.000 euros por las lesiones y secuelas.
