SEVILLA 20.3.2020 / Jose Manuel García Bautista
La región del Levante español, principalmente Murcia y Almería, siempre tuvieron la consideración de ser uno de los mejores huertos de España dentro de una sociedad prehistóricas que tenía técnicas agrarias muy avanzadas; para protegerse amarallaban los recintos y para obtener cosechas en suelos no muy buenos solían abonar el mismo.
Pese a todo ello la alimentación no era la mejor y fue empeorando a medida que pasaban el tiempo. Por ello se ha realizado un estudio, con la participación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha reconstruido la dieta de la cultura de El Argar y las estrategias agropecuarias en que se fundamentaba.
Se ha analizado, mediante isótopos de carbono y nitrógeno, restos humanos, de animales y cereales reconstruyendo la cadena alimentaria y la economía de la misma. De esta forma las explotaciones agrarias de los campos que rodeaban a las poblaciones de El Argar -o argáricas- dieron origen a un crecimiento que convirtió a esta cultura en una de las más importantes de la Edad de Bronce.
La alimentación se empobreció debido a una serie de factores tales como un cambio climático y la económica insostenible que colapsaron a la sociedad argárica.
La cultura de El Argar tenía tres clases sociales, consumía carne y lácteos, representaba al 10% de la sociedad.
En su sociedad la dieta era similar entre las clases teniendo un elemento común a todas como la cebada, había poca alimentación con proteínas y eso colapso la economía y su cultura.
Las excavaciones de La Bastida (Totana, Murcia), con mil habitantes, y Gatas (Turre, Almería), con trescientas personas, son un ejemplo de ello. Consumían mucha cebada y trigo y pocos lácteos o carne.
“Dietas más pobres en proteína y una gestión agropecuaria más intensiva son indicios de la crisis de subsistencia que, según nuestra hipótesis, causó el final abrupto de la sociedad argárica, aunque necesitamos continuar investigando para confirmarlo”, explica Roberto Risch, investigador también de Prehistoria de la UAB, uno de los participantes en este estudio.
Finalmente la cultura se colapsó en torno al año 1550 a.C.
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