SEVILLA 25.2.2020 / Jose Manuel García Bautista
Rocío Wanninkhof salió a dar una vuelta con su novio por Mijas y se despidió de él un 9 de Octubre de 1999, estaba a apenas 500 metros de su casa; se iba a dar una ducha, arreglarse y volver a verlo más tarde para ir a la feria de Fuengirola.
Pero Rocío jamás cumplió los planes que tenía pensado para aquella tarde…Aunque no fue a dormir a casa no alertó a su madre, Alicia Hornos, quién sabía que la chica se quedaba a menudo a dormir en casa de amigas o salía por la noche, pero cuando no llamaba y no aparecía por casa la madre comenzó a llamar a sus amigos para saber si se encontraba con ellos.
Alicia preocupada salió a dar una vuelta y en el descampado cercano a su casa encontró sus zapatillas deportivas y sangre, aquello la puso en un estado de nervios total y se personó en el cuartel de la Guardia Civil y se comenzó la investigación y una amplia tarea de localización de la chica. El rastro llevó a las huellas de vehículo de modelo antiguo…
El 2 de Noviembre se localizó el cadáver de Rocío Wanninkhof entre las localidades malagueñas de Marbella y San Pedro de Alcántara. Presentaba
síntomas de descomposición, estaba desnudo y como si lo hubieran tratado de quemar; en los restos de su ropa había trazas de puñaladas…
La policía comenzó a buscar a un culpable, el primero de ellos que se puso en el punto de mira policial fue Antonio José Jurado, novio de la joven asesinada, pero fue puesto en libertad sin cargos.
El siguiente sospechoso sería la expareja sentimental de Alicia Hornos, en
concreto Dolores Vázquez, quién fue tildada de ser una mujer fría y calculadora capaz de cometer el asesinato.
Fue detenida y sometida a interrogatorio, las fibras halladas en las cercanías podían ubicarla en la escena del crimen, pero la acusada lo negaba de forma sistemática.
No obstante la opinión pública ya parecía haber condenado a Dolores por el crimen… Sin ninguna prueba o evidencia.
Las pruebas arrojadas sobre las fibras no determinaban la culpabilidad de
Dolores Vázquez. En 2001 se realiza un juicio donde un jurado popular declara culpable de asesinato y condenada a 15 años de prisión y 18 millones de pesetas de indemnización a Alicia Hornos.
La presión mediática fue excesiva. Se presentó un recurso por la contaminación mediática del caso, sin embargo se iba a producir un giro que dejaría sin habla a todos…
En 2003 era asesinada Sonia Carabantes, de 17 años, en la localidad malagueña de Coín, en la escena del crimen se halló una colilla con el ADN del asesino y en asesino no era Dolores Vázquez.
Se inmediato el juzgado de instrucción número 6 de Fuengirola decretó la
puesta en libertad inmediata de Dolores, que llevaba 17 meses de prisión.
Sin solución de continuidad se imputa al británico Tony Alexander King.
El 21 de Septiembre de 2004 reconoce los crímenes con agresión sexual así
como otros delitos. Es declarado culpable en Diciembre de 2006 y condenado a 19 años de cárcel más 294.000 euros de indemnización a la madre de Rocío Wanninkhof.
Dolores Vázquez quedaba exonerada de cargos y debía ser indemnizada por el Estado aunque el daño estaba hecho.
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