SEVILLA 18.5.2020 / Jose Manuel García Bautista
La situación de China, de cara a su credibilidad ante el mundo, se ve cada día más comprometida y si había personas que dudaban que la “teoría de la conspiración” fuera cierta -en cuanto a que el coronavirus fuera una creación de la laboratorio- ahora son más los que están un poco más convencidos.
Todo ello viene como consecuencia que China haya comunicado que en los comienzos de la pandemia destruyeron muestras de coronavirus, y lo ha confirmado Liu Dengfeng, funcionario del Departamento de Ciencia y Educación de la Comisión Nacional de Salud de China, según el canal Newsweek y otras Agencias de prestigio internacional.
Dengfeng confesó que el 3 de enero el Gobierno decidió que pruebas realizadas en “laboratorios no autorizados” para manejar virus altamente infecciosos debían ser destruidas “por seguridad del laboratorio y para prevenir desastres futuros” por patógenos no identificados, luego el virus partió de un laboratorio.
El Gobierno de los Estados Unidos había acusado a China de destruir pruebas del coronavirus como un intento de encubrir la magnitud del brote y de censurar información.
Dengfeng replicó que esas destrucciones estaban totalmente ajustadas a las leyes sanitarias chinas, ya que estipulan que los laboratorios que no cumplan los requisitos necesarios deben destruir las muestras de posean.
Las muestras iniciales de una pandemia son las que más información arrojan sobre su origen e, incluso, de una eventual creación en laboratorio, luego pueden existir mutaciones y perder parte de esa “pureza” inicial, destruir esas muestras es como destruir “las pruebas del delito”.
El problema es que el coronavirus, cada vez más, se tiene la convicción que ha sido una creación en laboratorio de cuarto nivel. Es posible que surja un desmentido del gobierno chino dada la gravedad de la afirmación aunque el daño, a la Humanidad, ya está hecho.
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