SEVILLA 8.9.2020 / Jose Manuel García Bautista
Mucho se está hablando del origen del coronavirus, desde aquellos que abogan por una conspiración mundial contra la humanidad hasta los que se quieren apuntar el tanto de haber sido los primeros en hablar del tema (existen hemerotecas que demuestras que no es así) o que son los paladines de una “verdad” que han acabado quemando. Sea como fuere es un tema que suscita mucho interés sin saber la posible naturaleza del mismo.
Una de las posibles teorías sobre el origen de la pandemia del SARS-CoV-2 están en los recolectores de guano con murciélagos, que son grandes reservorios de los coronavirus, estos podrían haber transmitido este virus a los seres humanos, o bien a través de otro animal que habría actuado como transmisor.
El guano es un sustrato natural que se recolecta de los excrementos de ciertos animales como aves marinas o murciélagos. Es empleado como abono orgánico en la agricultura y debe ser recolectado para obtener fertilizante natural.
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El guano tiene un enorme poder fertilizante pues tiene fósforo, nitrógeno y potasio, unas sustancias altamente nutritivas para el correcto crecimiento de las plantas. Es un abono ecológico muy utilizado para usos agrícolas y para jardinería doméstica.
Suele acumularse en superficies de áreas con poca humedad o áridas y es “un sustrato idóneo para todo tipo de plantas, entre las que destacan las ornamentales, verdes y de flor, tanto de interior como de exterior”.
Este sustrato no contiene ningún compuesto químico y su composición le otorga propiedades fungicidas, para evitar la aparición de plagas, y regeneradoras de la tierra.
Este podría ser el origen del coronavirus sabiendo que fue bajo un proceso de zoonosis.