Historia MISTERIO

El enigma de la desaparición de Amelia Earhart

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SEVILLA 25.1.2020 / Jose Manuel García Bautista

Nació un 24 de Julio de 1897 en Kansas (EE.UU.), su nombre era Amelia Earhart. Sentía pasión por volar, su primer contacto con una avión lo tuvo cuando tenía sólo diez años, se dice que vio un avión que estaba en tal mal que no se sintió impresionada.

Una década después, en 1920, acudió a una exhibición aérea y, en ese momento, supo que había nacido para volar.

Amelia Earhart era una mujer de carácter, no estaba sujeta a convencionalismos ni a las limitaciones o machismo de la sociedad y el tiempo que le tocó vivir, era de mente abierta, libre y apasionada en lo que hacía.

Admiraba a las mujeres que habían sido pioneras en distintas ramas del Saber, al punto que tenía un álbum con recortes de prensa que hablaban de las grandes mujeres de la Historia y los logros que consiguieron.

Un año después de aquella exhibición aérea a la que asistió, en 1921, comenzó a dar clases de pilotaje, para final de ese mismo año Amelia ya se había comprado un pequeño avión amarillo brillante de dos plazas al que dio el nombre de “Canarias“, sería con el aparato con el que alcanzaría, por primera vez una mujer, los 14.000 metros de altura, su primer record en la Historia de la Aviación.

En 1928, en el mes de Abril, le proponen cruzar el Atlántico, la primera parte de un gran proyecto. Aquello constituía un reto y Amelia aceptó teniendo como compañeros de aventura al piloto Wilmer Stultz y al mecánico Louis E, y en el gran proyecto a George Putnam, quién se convertiría en su marido tiempo después.

Iniciaron su recorrido partiendo del puerto Trepassey, en Terranova, de allí hacía Burry Port, en Gales, invirtiendo 21 horas. Al regresar a los Estados Unidos se encontraron que los estadounidenses los aclamaban como auténticos héroes por la proeza lograda.

En el año 1931 contrae matrimonio con George Putnam formando pareja laboral e íntima, en ese marco tan de aviación surge una nueva idea: cruzar el Atlántico en solitario.

El primer intento se realiza en 1932, pero el vuelo debió ser anulado cuando volaba ya sobre Irlanda, aquel fallido intento tenía como destino París. Por aquel intento recibió la condecoración de parte del Congreso de los EE.UU.

Pero Amelia era mujer de ideas fijas y el 11 de Enero de 1935 logró un objetivo similar: cruzar el Pacífico en solitario, de Honolulu hasta Oakland, en California. Después otro reto: volar desde la México D.F. hasta Newark, en Nueva Jersey. En ese momento era ya un mito nacional.

Seguía marcándose retos y el siguiente sería el lograr ser la primera mujer en dar la vuelta al mundo, sería el año 1937. El 1 de Junio partió desde Miami junto a su asistente en vuelo Fred Noonan.

El 29 de Junio volaban sobre Lae, Nueva Guinea; la siguiente escala sería la diminuta isla Howland al sureste de Honolulú.

El principal obstáculo de esta nueva aventura era no perderse y tener la ruta muy marcada en los lugares donde debía repostar.

Así el viaje iba discurriendo con normalidad, la aviadora solía contactar frecuentemente con los guardacostas de los EEUU en alta mar y que iban marcando a Amelia la ruta a seguir, aquella última jornada, en la que desapareció, la meteorología no era la más idónea, era el 2 de Julio.

Despegó su avión con rumbo a la isla Howland, la comunicación la establecía con el buque de la Marina de EE.UU. “Itasca”, en el último mensaje comunica que el combustible se está agotando y que no localizan las referencias visuales estando a sólo 1000 pies de altitud (330 metros), tras ello la comunicación se interrumpió y no se volvió a retomar el contacto con la aviadora.

Se organizó una gran operación de búsqueda y rescate, no se encontró resto alguno de Amelia Earhart, su compañero o su avión.

Agotados los días de búsqueda esta se abandonó el 19 de Julio para lamento de todos los admiradores de la aviadora y de sus proezas, EE.UU. vivía pendiente de tener alguna noticia positiva sobre Amelia.

Hoy día en la isla Howland hay un faro dedicado a Amelia Earhart e historiadores y buscadores se afanan en tratar de localizar el vestigio de su desaparición: restos del avión o restos humanos que puedan identificarse.

Como hipótesis que envuelve al misterio de su desaparición tenemos aquella que nos dice que Amelia se perdió entre aquellas islas, parecidas, y sin combustible se vio obligada a amerizar en una isla que no era la de Howland; otra de ellas nos habla de que fue secuestrada por el ejército japonés, trasladada a Saipan y encarcelada donde habría fallecido.

La más conspiranoica nos dice que cansada del éxito regresó de incógnito a los EE.UU. para vivir de forma anónima. Apunten a la primera opción que parece la más argumentada y demostrada tras el hallazgo de unos restos que encajarían con la descripción de la intrépida aviadora.

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