SEVILLA 13.7.2020 / Jose Manuel García Bautista
El origen del virus causante del Covid-19 sigue siendo un misterio máxime cuando no menos de cuatro países, incluyendo Brasil, detectaron la presencia del nuevo coronavirus. Todo ello en muestras de aguas residuales recogida semanas o meses antes del primer caso registrado oficialmente en la ciudad china de Wuhan, foco de la actual pandemia.
“La detección en aguas residuales puede servir como una herramienta amplia y económica para monitorear el progreso de Covid-19” dicen los expertos. Hay al menos 15 países donde esta estrategia ha sido adoptada o está siendo estudiada.
El material genético del virus en las heces aporta datos que las aguas residuales pueden ser una vía de contagio. El virus puede haber circulado mucho antes de lo indicado en la cronología oficial.
Tom Jefferson, epidemiólogo vinculado al Centro de Medicina Basada en la Evidencia de la Universidad de Oxford, en el diario The Telegraph, afirmó que un creciente cuerpo de evidencia de que el SARS -CoV-2 estaba ya extendido en Asia. “Tal vez estamos viendo un virus latente que ha sido activado por las condiciones ambientales”.
Para Fernando Spilki, presidente de la Sociedad Brasileña de Virología, indicó que: “Todos estos resultados deben evaluarse con precaución. La característica del SARS-CoV-2 de generar casos de alta gravedad y con una letalidad relativamente alta en la población hace que sea poco probable que este virus circule en una región sin evidencia de casos clínicos “.
Su origen no cambia
Sobre su origen probable es el mismo: el mercado de Wuhan que vendía animales silvestres vivos y muertos. “Si me preguntas qué es lo más probable, te digo que el virus proviene de mercados que venden animales salvajes”, dijo Yuen Kwok-yung, microbiólogo de la Universidad de Hong Kong.
Brasil, China, España o Estados Unidos más Italia o México son países que elaboran informes sobre el coronavirus en sus aguas residuales.

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