REDACCION DEPORTES.- 23 de agosto de 2019.-
En Los Cármenes el Sevilla la segunda victoria de la temporada. Una buena victoria sustentada en la defensa ante un rival rocoso.
El equipo de Lopetegui, que repitió el mismo once inicial que en Cornellá con excepción de de la entrada de Ever Banega por Oliver Torres, es decir, Vaclik, Navas, Diego Carlos Carriço, Reguilón, Fernando, Jordan Banega, Ocampos, Nolito y de Jong, supo llevar, desde el primer instante, el partido allá donde le interesaba.
Este once se vio alterado pronto por la precipitada salida de Reguilón debido a un golpe en la cabeza que le obligó a retirarse. Su solvente sustituto fue Sergio Escudero.
El equipo hispalense, superior en lo físico, en lo táctico y en lo técnico solo concedió al Granada que se inspirara en la posibilidad de obtener rédito en alguna jugada a balón parado.
Y es que el partido durante el primer período fue de mucho desgaste hasta la llegada del descanso. Pocas ocasiones claras, por no decir casi ninguna, y muchas interrupciones.
Tras el descanso, el segundo tiempo, comenzó decantándose levemente a favor del Sevilla. El Granada intentaba llegar más, pero las fuerzas no le daban.
Y a esto que, en el minuto 51, llegó el único gol del partido, en una jugada colectiva con robo en medio campo del equipo de Nervión por parte de Fernando, con continuidad en el pase a Nolito que cedió a Jordan en profundidad para que este pusiera de cara a gol a de Jong.
Este lento, quizás por el cansancio del trabajo en el esfuerzo para el equipo, se le queda el balón atrás. Los defensas bloquean, pero, en segunda oleada, llega Joan Jordan y con calidad y clase eleva el 0-1 al marcador.
A partir de ahí el partido se sale un poco del contexto en el que lo tenía el equipo de Lopetegui porque las transiciones se hace más vertiginosas por la entrada de Carlos Fernández y Darwin Machís. No obstante, son fuegos de artificio que inquietan, levemente, al portero sevillista que no tiene que intervenir para casi nada.
Enorme el partido de Carriço, Diego Carlos, Fernando y Joan Jordán, en el equilibrio de la defensa y el ataque. Impresionantes, Ocampos y, sobre todo, Nolito. Gran partido del Sanluqueño que todo lo que tocaba tenía sentido y razón.
Hasta el final, control del Sevilla defendiendo con el balón en los pies y dejando que el tiempo corriera y una ocasión malograda por Franco Vázquez que pudo dar lugar al cierre del partido.
En definitiva, tal y como comenzábamos, gran partido para dar una vuelta de tuerca a lo que el año anterior era una asignatura pendiente. GANAR FUERA DE CASA. Dos partidos, dos victorias.
Hacerse fuerte en el Sánchez Pizjuán con estos créditos no debe ser difícil. Del equipo timorato de jugadores con falta de contundencia el equipo construido por Monchi, es un equipo poderoso cuya incógnita reside en el hecho de si el esfuerzo físico que despliega lo podrá sostener durante toda la temporada y en tres competiciones.