SEVILLA 24.3.2020 / Jose Manuel García Bautista
Hay situaciones que jamás pensamos que íbamos a vivir, desde vivir confinados hasta ser los que recibiríamos la ayuda de Unicef. Es precisamente lo que va a suceder en esta semana cuando Unicef reparta en España casi medio millón de mascarillas con protección FFP1 y 100.000 kits de detección del virus, 1.000 equipos de protección para los trabajadores sanitarios y geles hidroalcohólicos para desinfectar las manos.
El material llegará como una ayuda extra a España para poder ponerlo al servicio del sistema sanitario de salud. En un comunicado público se indica:
“Vivimos un momento sin precedentes. Una vez más la solidaridad está siendo el motor de cambio en hogares y sociedades de todo el mundo. Estamos en casa, frenando al virus, pero hace falta que el personal sanitario y todas aquellas personas en primera línea estén protegidas y desde Unicef queremos contribuir a ello”.
Ha sido a través de su presidente en España, Gustavo Suárez Pertierra, además de recordar que el almacén de suministros en Copenhague está plenamente operativo “siete días a la semana” y produce kits a la vez que procesa nuevos encargos para esta y otras emergencias.
“Con 50 euros, por ejemplo, podemos proporcionar 226 pares de guantes para prevenir el contagio del virus, y donar 100 euros significa aportar 24 mascarillas”, ha explicado Suárez Pertierra, que ha recordado que en estos momentos “tan difíciles” la sociedad “debe estar más unida que nunca para, entre todos, lograr vencer al virus y recobrar la normalidad lo antes posible”.
IUnicef España a pedido al gobierno de Pedro Sánchez que se garantice el cumplimiento de los derechos de la infancia, que constituye el 18% de la población española, durante la vigencia de la declaración del estado de alarma.
Dentro de todo ello se contempla: agilizar la concesión y pago de rentas mínimas y ayudas de urgencia, flexibilizar los pagos de servicios esenciales, ayudas económicas para asegurar la adecuada alimentación ante el cierre de comedores escolares o reforzar la actividad de servicios sociales locales.
Se recuerda que el acceso educativo debe tener en cuenta al alumnado real (no todos tienen acceso a internet, o algunos ni siquiera habitación propia o mesa de estudio) y deben adoptarse medidas para garantizar el seguimiento y acompañamiento del profesorado, especialmente a los niños más vulnerables y con discapacidad.
Para los caso de menores tutelados por la administración, reclama aumentar la dotación de recursos económicos y humanos a las comunidades autónomas, disponer de mayor número de plazas en los Centros de Primera Acogida o reforzar los centros con personal sanitario y materiales de protección.
Unicef reclama la atención a la salud mental y facilitar la interacción con familiares y amigos y reclama que se prorrogue la estancia de los jóvenes tutelados que alcancen la mayoría de edad hasta que finalice este período de emergencia.
Otro aspecto destacado es aquel que recuerda a los menores sin hogar que viven en la calle, especialmente vulnerables, y en las situaciones de violencia contra la infancia.
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