El presidente de la Generalitat apunta que la Casa Real debe asumir la «responsabilidad civil por los presuntos casos de corrupción» del rey emérito
Redacción 19.7.2020.-
Quim Torra, ha dado instrucciones para estudiar la presentación de una denuncia contra el rey emérito Juan Carlos y contra Corinna zu Sayn-Wittgenstein y contra «todos aquellos que de una forma u otra hayan participado, ayudado, cooperado o encubierto las prácticas corruptas en las que presuntamente habría estado involucrado el anterior jefe del estado español y su entorno por un espacio de tiempo que aún está por determinar».
«La corrupción se debe perseguir con independencia de quién participe», según han apuntado fuentes de la Presidencia de la Generalitat.
«Todo el mundo es igual ante la ley», han recordado.
Torra calienta la visita que el jefe del Estado hará mañana a Cataluña.
Felipe VI visitará el monasterio de Poblet, en Tarragona, y el jefe del Ejecutivo catalán ya le afeó la semana pasada el viaje, teniendo en cuenta la situación en la que se encuentra Cataluña como consecuencia del rebrote de la pandemia.
El Rey tenía previsto viajar a Barcelona y Figueras pero al final la visita real, en el marco de la gira que está realizando el monarca por todas las autonomías, se limita a la pequeña población de Poblet, de apenas 700 habitantes.
Quim Torra ha señalado que «no se puede mirar hacia otro lado ante hechos tan graves de los que presuntamente serían responsables no sólo el rey emérito, sino un grupo relevante de personas que no cuentan con inviolabilidad».
El Palau de la Generalitat denuncia un «largo periodo de tiempo en que se habrían cometido estos presuntos hechos» y de «ingentes cantidades de dinero».
Torra justifica la querella pues a su juicio, es preciso determinar la integridad de los hechos, quién habría participado, quién responderá penalmente y quién tiene que asumir la responsabilidad civil ex delicto.
Ésta correspondería, en primer lugar, a los que terminen siendo autores de los hechos y, después y subsidiariamente, a la misma Casa Real, según mantiene la oficina de la Presidencia de la Generalitat, pues asegura que es una «entidad con personalidad jurídica propia, con capacidad para obligarse y sin inviolabilidad que, llegado el caso, permita exigirle responsabilidades».
Desde su llegada al poder, Torra marcó una línea muy beligerante contra la jefatura del estado, en su política de gestos.
El independentismo ha elevado el tono estos últimos días contra la monarquía. El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, calificó ayer a los Borbones de «organización criminal».

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