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Test, Test, Test… y más test.

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REDACCIÓN.- 28 DE ABRIL DE 2020.-

Test

Recientemente, hace unos días, el Ministro Illa decía en rueda de prensa que se estaban realizando 40.000 test a la semana. Esta cifra, en aquel momento, y, ahora, es absolutamente insuficiente para general confianza de control de la situación en la sociedad y genera incertidumbre e intranquilidad.

Los datos

En ese aspecto, es insuficiente que nos encontremos según la OCDE en el puesto 17 en la realización de test. Es igual si los datos se manipularon o no, aún cuando es fundamental que no se oculte la verdad.

Realización de test al alcance de todos

Hace unos días publicábamos que para superar esta crisis debía de realizarse test generalizados a toda la población y que, dichos test, incluso, se pudieran realizar en casa. En definitiva, que pudieran ser accesibles a cada personas y familia. Poderlos comprar en cualquier lugar como se compra un preservativo.

Desescalada

Por ello, hablar de una desescalada sin control, -o incluso semi controlada pero jugando a la ruleta rusa por no tener los medios correctos-, es referirse a una situación en la que no tenemos certeza.

Hablar, no de una curación, sino del hecho de que cuando volvamos a casa no estemos contagiados, ni vamos a contagiar a nuestras familias, debe ser lo procedente.

Autoridades públicas

Tenemos el derecho a conocer con verosimilitud cual es el planteamiento de las autoridades públicas en este sentido. Lo tenemos que sopesar, y hasta casi aprobar.

No basta con ilusionar a tus compatriotas con poder ir a un restaurante, ir a un hotel, viajar por España, si vamos a poder tomar una cerveza, dormir en autocaravana, si se van a celebrar juicios o podremos ir a la playa.

No queremos cánticos de esperanzas si la posibilidad de poder llevarlos a cabo no vienen tras una confirmación de la exención de riesgos y la determinación auténtica y consensuada de datos corroborados y no manipulados.

Brotes verdes

No podemos permitirnos el lujo de cometer un error y creer que existen brotes verdes, como en la anterior crisis económica, para perder aquello que hemos ganado con el confinamiento, como aquellos que invirtieron perdieron sus ahorros por creer que no existía crisis financiera, global, pero también local.

No creamos que estamos en disposición de salvar una situación económica en el verano porque nadie va a venir y la recaída será peor.

Por ello, la cuestión no es el cuándo, sino el como, y, si podremos, individual y/o colectivamente, realizar estas acciones, analizando un protocolo no solo sanitario sino de actuación previa de control a los efectos de evitar una expansión.

Responsabilidad

Nos encontramos ante una cuestión de salud pública, colectiva e individual en la que, además, no puede hacerse recaer la responsabilidad en cada uno de los ciudadanos si antes los poderes públicos no han llevado a cabo las acciones adecuadas y tomado las medidas correspondientes.

En estas circunstancias la impresión es que la economía se antepone a la salud. Y, lo que no se puede obviar, es que la economía se encuentra maltrecha y en graves dificultades. Ello es algo que a nadie se le antoja que no sea así.

No obstante, pensar antes en la economía que en los ciudadanos y en la sociedad en general si que da mucho que pensar del nivel de consideración que se tiene por parte de los poderes públicos hacia los sujetos que conformamos la humanidad.

La economía, en este caso nacional, no tiene medios para dar respuesta a las necesidades que la sociedad tiene. Y una de esas necesidades es, precisamente, la de la auto protección que se ha de garantizar de forma prioritaria por el Estado.

Autoprotección

Esta auto protección a la que nos referimos es una cuestión distinta a la auto responsabilidad. Por explicarlo, la distancia social es responsabilidad de cada uno. La higiene es responsabilidad de cada uno. Respetar el confinamiento es responsabilidad de cada uno. La protección y prevención de la salud individual y colectiva frente a la crisis pandémica del coronavirus es responsabilidad de los poderes públicos.

Plan de seguridad de la salud pública

En conclusión, tener un plan de reapertura económica no sirve de nada si no se tiene un plan de seguridad de la salud pública, porque, finalmente, por mucho que se anime a la gente a tomarse una cerveza, a ir a un restaurante o a viajar en caravana, ¿De que servirá, si cuando volvamos de tomar una rato de relajación nos hemos contagiado y contagiamos a los demás?

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¿Es legal la toma de temperatura corporal por la crisis del Covid-19? - mayo 5, 2020 at 10:14 am

[…] Test, Test, Test… y más test. […]

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