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‘Tenemos miedo en el hospital’

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SEVILLA 8.4.2020 / Jose Manuel García Bautista

Desde que surgió la pandemia, a mediados de diciembre -para unos medios de comunicación de China-, he seguido con interés, y publicado, más de medio centenar de artículos dedicados al coronavirus responsable del Covid-19. Casi todo lo que se podía divulgar de ello lo he hecho y sólo me resta comenzar a dar buenas noticias como, por ejemplo, que baja el número de infectados y víctimas, que se encuentra una vacuna y que seguimos con nuestras vidas en el punto que la dejamos… Si podemos.

He entrevistado a personas afectadas por el coronavirus, a médicos, a científicos, sanitarios que han cumplido con su trabajo más allá de cualquier duda y es justo reconocer, y honrar, la labor que han hecho.

Pero me restaba poder hablar con alguien que viviera, de forma directa, lo que es la enfermedad desde dentro, desde el cuerpo de enfermeras que se ha desvelado en atenciones a los pacientes.

Previa cita me dirigí a un hospital sevillano -en este caso la condición era que ni nombre ni centro de trabajo para hacer la entrevista-, apenas habían dado las seis y media de la tarde y un mensaje de whatsapp me advertía… “Voy a retrasarme 20 minutos”. Tras paciente espera mi contertulia me saluda desde una distancia prudencial y con todas las medidas higiénicas recomendables.

Comenzamos una charla, no demasiado extensa pero si intensa. La llamaré Carmen y así fue el desarrollo de la misma:

Pregunta: Carmen… Eres enfermera de una zona muy delicada del hospital en la atención a pacientes… ¿Cómo se vive desde dentro el día a día con enfermos de Covid-19?

Respuesta: Con mucho miedo, sobre todo por qué no sabes a qué te enfrentas, si, es un virus y aquí es usual, incluso hay gente con otras enfermedades peores, pero esto es nuevo y ves como compañeras han caído y casi sin contacto con nadie y cuando te das cuenta de eso sientes mucho miedo.

¿Tu situación cuál es?

Bueno, tengo familia, marido, niños, y llegas a casa y casi que te sientes como una apestada por que no tienes contacto con nadie, avisas por teléfono que vas para arriba y cuando llegas todos están en una habitación apartada, yo entro y entro casi “de quirófano” paso a uno de los baños y me ducho y me quedo en esa habitación en la que duermo sola hasta salir en la mañana. La comida me la dejan en una bandeja en la puerta… Yo lo decidí así y es muy duro cuando llevas semanas de esta forma.

¿Tienes coronavirus?

No. no. Pero nunca se sabe cuando lo puedes pillar. No tengo ni síntomas ni nada, no lo tengo, pero te da miedo por ello, los niños, mi marido, el perro; ahora con esto de contagiar a las mascotas pues peor aún, Pero no lo tengo.

¿Te hicieron las pruebas?

Bueno…

En su respuesta delata la falta de medios que tienen y de los famosos test rápidos ni la pista.

La situación dentro… ¿Cuál es? ¿Tenéis material?

¿Material? Es una vergüenza y todavía aquí no estamos muy mal pero en otros centros de España tengo amigas y están fatal. Es de una falta de previsión total sabiendo que esto podía llegar y, gracias a Dios, que no es peor de lo que es porque sería un infierno… Se ha tenido que trabajar con gafas de protección casi sin quitártelas, con miedo a gastar las mascarillas por que no había más hasta los guantes… De “epis” (batas) ni te cuento y te enteras que, encima, roban en la máquina… El colmo. La verdad es que con respecto al tema del material muy mal y rezando todos los días por saber que “la despensa” está llena y podemos trabajar, al menos, sabiendo que podemos tirar de guantes, mascarillas y todo lo necesario.

¿Habías visto algunas vez algo así?

¿La falta de material? En la vida, eso siempre ha sobrado pero claro, nunca habías estado recibiendo tantos pacientes. Esto es una guerra contra el bichito y no sabemos ni como pararlo. Cuando entra por las puertas alguien tosiedo diciendo: “creo que tengo el coronavirus” nos echamos a temblar, la verdad. Juega mucho la sugestión de la gente que en la televisión los bombardean con estos temas y piensan que lo han pillado y ponen patas arribas urgencias, sobre todo al principio.

Enfermedades las hay peores José Manuel y más penosas, pero esto es nuevo y como nuevo, contagioso y que provoca muertes, hay que temerlo siempre por qué la enfermedad no es un partido de fútbol que tiene un descanso y luego se acaba, esto no descansa y si nos relajamos y bajamos los brazos esto vuelve a salir con más fuerza.

¿Y con respecto al coronavirus?

Bueno, una tiene más miedo que le pase a tu familia o que te pase a ti y seas una asintomática y lo contagies a quién sabe… Eso es el miedo que se tiene. Nunca había visto nada igual, como creo que todos, nunca, ni aquí ni en ningún sitio.

¿Cómo es ese día a día del que hablábamos antes en un paciente?

Pues pasan dos semanas muy duras, hay diferentes fases, de quién presenta síntomas y más o menos está pillado pero no lo acaba de desarrollar y se va con su alta a los días del que está con una neumonía y tiene los pulmones muy mal y en cada respirar le va la vida. Hasta los respiradores le cuesta asimilar, es muy jodido por qué lo peor es que muchos no han salido de esa. La incapacidad para poder respirar, el morir asfixiado es terrible, no te lo podría describir… (Rompe a llorar).

Una vez repuesta:

Cuando se da de alta a un paciente que se ha recuperado, sobre todo los más viejitos, te da mucha alegría, ha sobrevivido y tú lo has ayudado. Eso no está pagado con nada, sus caras, el agradecimiento, eso es lo que vale y con lo que me quedo.

Cuando se salga de esto… ¿Qué pedirías al Gobierno si estuviera en mi mano?

En mi mano no está José Manuel, yo sólo soy una más, un número, una de las tantas que han luchado, a nosotros no nos escuchan, no escuchan ni a los sindicatos, pero por pedir… Pediría que jamás nos vuelva a faltar material, que jamás vuelvan a faltar manos por compañeros que han caído contagiados o equipos enteros puestos en cuarentena por qué uno de ellos se ha contagiado, amigos tuyos, que los has visto hace días y también te podrían haber puesto a ti, total, si han hablado con todos todos podemos tenerlo… Qué jamás falten profesionales. Qué se sea previsor, que sabiéndolo aún se tiene más delito casi por permitirlo. Qué se abra el “militar” (se refiere al Hospital Vigil de Quiñones) y que nos valoren como nos merecemos a todos, no como hasta ahora… Aquí en Andalucía se han hecho mejor las cosas pero yo no me meto ahí, no voy a solucionar nada, lo mío es atender a los pacientes.

Y es que cuando se ve lo que cobra un profesional de la Sanidad en España, en comparación con otros países, es desalentador máxime cuando esta pandemia en España lo han sabido parar ellos como nadie y lucharlo como nadie. Pero en el mundo de la política sobran las buenas palabras -de cara al futuro voto- y faltan más acciones reales y efectivas. Aunque eso es otra cuestión.

¿Cómo definirías la situación?

Que tenemos miedo en el hospital, negarlo es una tontería, todas tememos pillar el bichito, hasta tú… (y razón no le falta).

¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando todo esto acabe y nos volvamos con nuestras vidas?

Sinceramente… Abrazar a mi familia. Cuídate tú también que también te la juegas y la labor de la prensa seria y los periodistas serios han sido muy importantes.

Mi contertulia, mi confidente debe marcharse ya, debe seguir con su trabajo y yo regresar mientras mi cabeza no deja de darle vueltas a todo lo que me ha contado (y lo que no puedo escribir…). Valga este artículo para recoger también el testimonio, desde el lado más humano y más personal, de aquellas heroínas anónimas, que no dejan de ser humanas, con familia, con miedos, con resignación y… como algo que debemos agradecer: con profesionalidad.

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