SEVILLA 4.3.2021 / Jose Manuel García Bautista
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Seguimos caminando por Sevilla para detenernos en la iglesia de La Anunciación, allí ocurrió nuestro siguiente hecho insólito por narrar. Era el año 2003 y Jesús Conejero dirigía un negocio familiar de artes plásticas y bellas artes frente a la citada iglesia.
En las proximidades de esta iglesia se estaban produciendo dos de los casos de casas encantadas más famosos de España, el del ya mítico “Restaurante Viandas” y el no menos conocido de la Facultad de Bellas Artes y sus fantasmas.
Y fue así como mientras desayunaba nuestro protagonista se le acercó una persona muy vinculada a la iglesia y le dijo:
“Jesús, vosotros investigáis cosas extrañas de fantasmas y aparecidos, ¿verdad?”.
Movido por la curiosidad y siendo pulcros con la verdad asintió la cabeza reponiendo su contertulio:
“Desde hace unas semanas algo raro ocurre dentro (refiriéndose a la iglesia). Por las mañanas cuando abro me encuentro los bancos y reclinatorios movidos pero la cosa es que por la noche se quedan perfectamente situados en la iglesia, es como si se estuvieran burlando de mi y los movieran pero no sé ni cómo ni quién. Muchas noches todos los bancos aparecen movidos y me inquieta. No hay indicios de robo ni nada pero se está convirtiendo en algo preocupante”.
Y es que en aquellas mismas fechas la misma Universidad de Sevilla, de la mano del decano de la Facultad de Bellas Artes , Sr. Millán García Toral, accedió a que se investigaran una serie de fenómenos extraños que estaban ocurriendo dentro de la Facultad y que mantenía llenos de temor a personal de limpieza y seguridad del recinto.
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Curiosamente entre el cuerpo de limpieza existía y existe la creencia que el fantasma de Cecilia Bohl de Faber (nombre auténtico de Fernán Caballero) subía desde el Panteón de Sevillanos Ilustres (como atestiguan por ejemplo Macarena o Carmen Abad) a pasear por el antiguo claustro de la Compañía de Jesús en Sevilla, hoy la propia Facultad.
Pero va más allá ya que el panteón se encuentra bajo la iglesia de La Anunciación y hay una gran puerta que comunica ambas dependencias, las estudiantiles con las religiosas y así, en alguna ocasión de aquel 2003 un personaje etéreo se vio entrar por aquella puerta que da a suelo sagrado, tal vez sea el espectro de Cecilia Bohl la que busca la paz en las sobrias estancias que en muchas de nuestras Semana Santa ha dado cobijo a tantas y tantas hermandades que buscan el refugio en su interior de las “dañinas” aguas.
No hay quién escatima al decir que los fenómenos extraños que ocurren en la Facultad también hacen lo propio en esta iglesia sevillana.
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