SEVILLA 28.1.2021 / Jose Manuel García Bautista
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El coronavirus es una enfermedad que destaca por su rápida capacidad de propagación. Así, puede hacerlo a través de varias rutas, destacando especialmente las gotitas que se desprenden cuando una persona infectada respira, habla o tose.
Ahora, una investigación de la que se hace eco The Guardian ha desvelado que hablar con alguien positivo podría ser tan peligroso como toser cerca de él debido a las partículas persistentes. El estudio asegura que mientras que las gotas grandes caen al suelo en distancias cortas, las de menor tamaño, conocidas como aerosoles, pueden transportar el patógeno a distancias superiores a los dos metros y permanecer en el ambiente.
Varios modelos
El análisis, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society, ha mostrado los resultados de varios modelos que tienen en cuenta el tamaño de las gotas emitidas por los infectados al hablar o toser. Además, se han tenido en cuenta otros factores como la composición de las gotas.
Los métodos de los expertos han permitido explorar el riesgo que representan tanto las partículas grandes como los aerosoles. Los datos sugieren que se necesitan solamente dos segundos para que las gotas viajen a una distancia superior a los dos metros.
Riesgo de contagio
Uno de los participantes en el estudio fue el profesor Pedro Magalhães de Oliveira, experto en mecánica de fluidos de la Universidad de Cambridge, que aseguró que “se necesitan mascarillas, se necesita distanciamiento y se necesita una buena ventilación para que estas partículas no se acumulen en un espacio interior y se eliminen de forma segura”.
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También fue analizado el riesgo de infección teniendo en cuenta la carga viral de las personas y la dosis estimada para causar un contagio. Tras ello, los investigadores concluyeron que no era seguro permanecer sin mascarilla a dos metros de una persona que padece el patógeno mientras habla o tose, ya que ambas situaciones entrañan peligro.
“Hablar es un tema muy importante que hay que tener en cuenta porque produce partículas mucho más finas que toser y estas partículas, o aerosol, se pueden suspender durante más de una hora en cantidades suficientes para causar la enfermedad”, explicó Magalhães de Oliveira.
Calculadora de riesgo
Para que los usuarios puedan percibir el riesgo de contagio, los investigadores han desarrollado una calculadora online llamada Airborne.cam. A través de la herramienta, se puede comprobar el riesgo de infección mediante partículas en el aire.
Así, por ejemplo, pasar una hora en una tienda de 250 metros cuadrados, con una capacidad máxima de 50 personas y con una adecuada ventilación, muestra que una persona tiene alrededor del 8% de posibilidades de infectarse del patógeno suponiendo que haya cinco positivos en el establecimiento y ninguno lleve mascarilla.
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