SEVILLA 27.3.2020 / Jose Manuel García Bautista
Salvador Illa, ministro de Sanidad, ha salido al paso de las críticas sobre las manifestaciones del 8-M y la multitudinaria (con 100.000 participante en Madrid) de la celebrada por el Día de la mujer cuando se sabía del coronavirus desde hacia ya semanas y de lo contagioso que era.
Tan sólo seis días después, el 14 de marzo, se decretó el estado de alarma, sin embargo el ministro ha remitidos a la responsabilidad por las competencias en esta materia las tenían las comunidades autónomas, olvidándose que la última palabra la tenía el gobierno y una orden del mismo hubiera sido acatada por estas…
La portavoz de Sanidad del PP, Cuca Gamarra, y el de Vox, Juan Luis Steegmann, criticaron que el Ejecutivo permitiera esta celebración cuando, a su juicio, conocía el riesgo de contagio, ya que unos días después tomaba decisiones restrictivas para la ciudadanía.
El ministro explicó que el mismo 8 de marzo recibió la llamada de los consejeros de Sanidad de País Vasco y Comunidad de Madrid en la que le comunicaban un aumento “sustancial”.
“Yo no puedo tomar medidas de salud pública, no puedo suspender una manifestación, no puedo suspender un partido de fútbol u ordenar una medida restrictiva”,el ministro reconoce que los políticos de País Vasco y Comunidad de Madrid fueron “leales” en este sentido al informarle.
“El día 12 las extendimos a toda España y el 14 dictamos el estado de alarma”.
Sobre los focos de contagio indicó que en Vitoria saben que esta situación se produjo en un velatorio, mientras que en la capital no conocen la razón. “Probablemente fue la entrada masiva de gente contagiada”, tal vez una manifestación con 100.000 personas es lo ideal…
El ministro trató de explicar la negligencia en la compra de test rápidos de coronavirus a una empresa no homologada por China con un nivel de detección del 30% cuando lo mínimo exigible es del 80%. Error muy grave.
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