SEVILLA 28.4.2020 / Jose Manuel García Bautista
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las Administraciones Públicas y mayoritario en la mesa de negociación de Prisiones, ha presentado un recurso contra Instituciones Penitenciarias por la reapertura de los talleres productivos de las cárceles, ya que ponen en riesgo la salud de las plantillas y de la población reclusa.
Esta semana está previsto que se reanude la actividad de los talleres en todas las prisiones, una decisión imprudente, según CSIF, porque puede propagar aún más el coronavirus. Exigimos su cierre inmediato, salvo en el caso de que fabriquen material sanitario de primera necesidad, para prevenir más contagios.
Desde el sindicato, denunciamos también que con la reapertura de estos talleres se permite, además, el acceso de trabajadores externos no penitenciarios a los centros, obviando el estado de alarma y la emergencia sanitaria.
La actividad ya se ha reanudado en el taller del Centro Penitenciario de Álava -que fabrica piezas para el mantenimiento de ascensores y el cableado de equipos-; el del Centro Penitenciario de Madrid VII, en Estremera, dedicado también a esta actividad y los de los Centros Penitenciarios de Ocaña 1 y Ocaña 2 (Toledo), de elaboración y ensamblaje de piezas y equipos de climatización.
En Prisiones, hemos sufrido ya el fallecimiento de 3 compañeros, actualmente hay más de 250 profesionales contagiados y en aislamiento sanitario domiciliario o asintomáticos, más de 500 empleados/as.
La reapertura de talleres pone también en riesgo de contagio a la población reclusa (con cerca de 50 internos infectados y unos 500 en cuarentena).
Desde el sindicato, advertimos que han comenzado ya a realizarse test rápidos al personal de algunos centros y estamos muy pendientes de sus resultados porque las cifras de contagiados y de asintomático provocarán un incremento de estos datos provisionales.
Cámaras térmicas y arcos de desinfección ya
Exigimos al Gobierno que sea previsor y aborde actuaciones necesarias ante una futura desescalada del confinamiento. Entre otras medidas, se deben instalar arcos para la desinfección exterior de vehículos, así como también los de uso personal para los trabajadores penitenciarios y cámaras térmicas (infrarrojas) en los centros, con tecnología de identificación de estados febriles.
Se trata de una medida preventiva eficaz para detectar la fiebre mediante el escaneo de las personas que accedan a los centros penitenciarios.
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