SEVILLA 24.6.2020 / Jose Manuel García Bautista
Los 1.500 contagiados detectados a un nuevo foco de la enfermedad surgido en una empresa cárnica de Alemania ha llevado al confinamiento del distrito de Gütersloh, donde viven 362.000 personas
El masivo brote de coronavirus en la empresa carnica Tönnies motivó a las autoridades del estado federado de Renania del Norte Westfalia a dar marcha atrás en la desescalada en la región de Gütersloch.
El primer ministro renano, Armin Laschet explicó que todas las medidas de prevención y seguridad ordenadas en marzo vuelven a entrar en vigor hasta el día 30 con posibilidad de ampliar ese plazo.
Eso significa que teatros, restaurantes, museos, colegios, guarderías y gimnasios volverán a cerrar sus puertas y que regresan las restricciones a la vida social y la movilidad. Quedan igualmente prohibidas todas las actividades culturales al aire libre y las barbacoas, una costumbre muy extendida en Alemania.
“Ponemos coto a la región por prevención, para evitar la expansión de ese brote, precisar su dimensión y localizar el paciente cero”, dijo Laschet.
Se va a proceder a realizar test masivos dentro del perímetro del distrito.
Todos los trabajadores de Tönnies, alrededor de 6.000, estarán obligados a guardar cuarentena y dado el alto porcentaje de trabajadores del Este de Europa en esa empresa, el gobierno regional podrán a su disposición traductores de polaco, rumano y búlgaro. En el tiempo que dure la cuarentena los trabajadores recibirán ayuda social.
“Hay que observar la máxima prudencia, el virus sigue ahí y tiene un alto potencial de reproducción, como hemos visto en los casos locales mencionados”, decía el director del Instituto Robert Koch (RKI), Lothar Wieler, al presentar las últimas cifras.
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