Sevilla, 25 de abril 2020. REDACCIÓN
Este año así será. Del tan cantado vámonos “pa” la Feria, a la Feria que se nos cuela en casa.
A escasas horas de lo que hubiera sido la tradicional cena del “pescaíto”, y el “alumbrao”, son muchos los hogares sevillanos que se adornan y engalanan con utensilios propios de nuestra Fiesta más alegre.
Farolillos, flores, mantoncillos, frontales de caseta elaborados con esmero, toldos y un largo etcétera de elementos que nos recuerdan que hoy es una de esos grandes días de la ciudad.
Porque, como pasara con la Semana Santa, a la Feria, al menos a su espíritu y su esencia, no hay virus que se la cargue.
Esta noche, dentro de escasa horas, seguro que sonarán sevillanas, se escucharán cantes, habrá risas y jolgorio, “alumbrados” al sevillano modo, que imaginación no falta, y, en definitiva, la fiesta en casa.
Si no podemos ir a la Feria, la traemos al patio o al salón. Porque esta fiesta es el alma de nuestra ciudad, al menos el alma más alegre.
Vamos, que, en unas horas, se nos vienen el Real a casa. Al mal tiempo, la alegría sevillana, su arte y su dosis de guasa. A regar las fatigas con una copa de manzanilla, que falta hace y viene bien.
Al fin y al cabo esta tierra siempre ha sabido bailar con la más fea…y con la más guapa.