The Guardian 20.5.2020.-
Publica el epidemiologo Rowland Kao, -profesor de Epidemiología Veterinaria y Ciencia de Datos de Sir Timothy O’Shea en la Universidad de Edimburgo, y está trabajando con Public Health Scotland en el modelado de coronavirus -, que los brotes no siguen un patrón directo.
Para minimizar el riesgo, debemos limitar las reuniones masivas e implementar pruebas adecuadas.
UNAA medida que el Reino Unido comienza a aliviar las restricciones de bloqueo, la atención se ha centrado en la perspectiva de una segunda ola de casos de coronavirus.
En Alemania, donde las tiendas y restaurantes han reabierto tentativamente, el número de reproducción R ha aumentado a 1.1 .
En Seúl, un brote reciente de al menos 170 infecciones se ha relacionado con cinco bares y clubes nocturnos. Incluso en Corea del Sur, uno de los países más exitosos en el control del virus, no hay lugar para la complacencia.
Como epidemiólogo veterinario, estudio cómo se propagan los virus entre los animales y las poblaciones de animales.
Los principios de transmisión viral son muy parecidos en los humanos (de hecho, muchos científicos trabajan en ambos).
El concepto de una segunda ola en salud pública a menudo está relacionado con factores fuera del control humano. Esto podría incluir el nacimiento de bebés que son susceptibles a una enfermedad particular que causa los patrones ondulantes que vemos en las enfermedades infantiles , o factores ambientales que influyen en la estacionalidad de la influenza.
Pero para Covid-19, la anticipación de una segunda ola tiene más que ver con acciones dentro de nuestro control.
Lo que es tan importante como el número R es el número total de casos en una población que causaría un aumento de R
Los cambios en el comportamiento social crean más oportunidades para el contacto humano.
En China, la entrada de personas con coronavirus a través de la frontera rusa es un ejemplo en el que la reducción de las restricciones dio lugar a nuevos casos del virus.
Mientras tanto, en Alemania, los brotes de coronavirus vinculados a los mataderos donde los empleados viven en malas condiciones de vivienda es un recordatorio de que el número R también puede aumentar cuando las personas vulnerables están expuestas al virus por primera vez.
El aumento potencial de R después de que las medidas de bloqueo se relajen es algo de lo que los epidemiólogos son muy conscientes.
Si el gobierno ofrece una estrategia efectiva de prueba y rastreo de contactos que pueda controlar el virus cuando se levanten las medidas de bloqueo para todos, los nuevos casos de Covid-19 serían, en teoría, poco motivo de preocupación, ya que las autoridades sanitarias tendrían medidas en lugar para identificar y frenar brotes incipientes.
Lo que preocupa más a los epidemiólogos son las indicaciones de que el número R está aumentando de manera incontrolable, o de una manera que aumenta la exposición de los más vulnerables o pone a los sistemas de salud bajo una gran tensión.
En otras palabras, lo que es tan importante como el número R es el número total de casos en una población que causaría un aumento en R. Si bien el aumento en el número R de Alemania es preocupante, esto sería mucho más alarmante si ocurriera en el Reino Unido, donde actualmente hay muchos más casos de coronavirus.
Las diferencias regionales en el valor de R también son importantes.
Facilitar el bloqueo en áreas con mayores recursos de salud, menos casos de Covid-19 y donde más personas ya han tenido el virus, puede ser práctico en comparación con otra parte del país donde los resultados de un aumento de R serían más graves.
También es probable que las diferencias en el número R entre grupos de riesgo particulares, como los residentes de hogares de cuidado , sean más significativas que el valor de R para el país en su conjunto.
Nuevamente, necesitaremos un programa generalizado de pruebas y rastreo para determinar estos riesgos y permitir a las autoridades sanitarias contener rápidamente brotes incipientes.
Intuitivamente, sabemos que si aumenta el contacto entre las personas con Covid-19 y las personas susceptibles a la infección, es probable que el número R aumente. Pero esto no sucede de manera directa.
Un aumento del 10% en el contacto no significa necesariamente un aumento del 10% en R, o un aumento del 10% en el riesgo general de contraer el virus.
Comprender cómo el contacto entre las personas afecta la transmisión, ya sea la transmisión de mensajes de odio a través de un bot malicioso en Internet o la transmisión de un virus de una persona infectada, es un concepto fundamental en el campo de la “ciencia de la red”.
Para Covid-19, un solo contacto puede poner en peligro a una comunidad aislada. Una vez que se introduce una infección, los resultados pueden ser desastrosos.
En la ciencia de redes, este patrón se describe como un ” mundo pequeño“Efecto.
El concepto se originó a partir de la idea de que las personas con aparentemente poco en común a menudo tienen conexiones que desconocen.
Lo que esto significa para la salud pública es que, incluso si solo un puñado de personas tiene el potencial de exponer a otras comunidades al riesgo de enfermedades, en comunidades que están geográficamente distantes o aisladas, el impacto de esas pocas personas en la propagación de un virus puede ser significativo.
En el caso del coronavirus, muchas áreas en el Reino Unido solo han experimentado brotes pequeños hasta ahora, creando menos oportunidades para que los efectos de la “inmunidad colectiva” reduzcan el riesgo de un brote futuro.
Para entender por qué las reuniones masivas son tan importantes para la infección, podemos usar un segundo concepto tomado de la ciencia de la red, el de “redes sin escala”. Esto es cuando algunas personas en una red tienen un número desproporcionado de contactos en comparación con el promedio.
Las reuniones son un contexto en el que una sola persona infectada con Covid-19 podría tener muchos más contactos con otras personas que el promedio. La investigación científica emergente sugiere que algunas personas pueden ser responsables de infectar a muchas más personas que otras. Una pregunta crucial, que los científicos aún no han respondido, es si estos patrones son impulsados por más contacto o diferencias en la infecciosidad.
Las reuniones de masas se vuelven más significativas si tales eventos ocurren con frecuencia, con al menos algunas de las mismas personas que regresan repetidamente al mismo lugar.
Este suele ser el caso de los partidos de fútbol programados o los servicios religiosos, que ocurren semanalmente, un intervalo convenientemente similar al tiempo que una persona infectada con el coronavirus se contagia a otros .
Las reuniones aumentan las oportunidades de infectarse y aumentan las posibilidades de infectar a otras personas. Si algunas personas infectadas con el coronavirus entran en contacto con muchas otras, el riesgo de una propagación rápida puede volverse incontrolable .
Y algunos eventos presentan ambos tipos de riesgo: atraer a muchas personas desde grandes distancias y mantenerlas juntas en contacto cercano durante un período prolongado.Anuncio
Reducir nuestras posibilidades de una segunda ola requerirá minimizar el impacto de ambos factores.
Esto significa restringir las reuniones grandes, especialmente donde las personas pueden repetirlas en el transcurso de una sola infección, y restringir los movimientos a largas distancias, o aquellos con una mayor probabilidad de poner en riesgo a los grupos vulnerables.
De manera crucial, también significa tener una estrategia de prueba y rastreo que permita a las autoridades de salud identificar nuevos casos de Covid-19. Estos conceptos son intuitivos, pero lo que la ciencia de redes nos dice es que el riesgo asociado incluso con un pequeño cambio en los patrones de contacto humano puede ser sustancial.
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