Un grupo de jóvenes viajaba en su interior de pie, bailando, bebiendo y sin hacer uso de la mascarilla obligatoria
Redacción: 18/01/2022
Según El mira, agentes de la Policía Local de Málaga han interceptado un minibús modificado y reconvertido en una especie de discoteca con ruedas. En su interior, un grupo de jóvenes se encontraban viajando de pie, bailando y bebiendo. Además del peligro que suponía que el vehículo se encontrara en marcha, también se estaban incumpliendo las medidas preventivas frente al Covid-19.
Estos hechos tuvieron lugar durante la medianoche del pasado jueves al viernes, 14 de enero. En ese momento, los efectivos pertenecientes a la Policía Local se encontraban patrullando por la avenida Manuel Agustín Heredia.
Luces y humo en su interior
De esta forma, los policías locales observaron que un vehículo minibús, de color rosa, circulaba por allí y llamó su atención, pues tenía apariencia de disco, con sistema de luces y numerosas personas bailando y bebiendo de pie en su interior entre gran cantidad de humo ambiental. Además, no estaban haciendo uso de las mascarillas, siento completamente imposible respetar la distancia de seguridad.
Estas irregularidades hicieron que los agentes interceptaran la marcha del vehículo, el cual fue estacionado en un lugar seguro y, posteriormente, se identificó al conductor, un hombre de 48 años, y se supervisó la documentación del minibús, comprobándose que no tenía el seguro obligatorio.
Contrataron los servicios a través de internet
Los agentes allí presentes, junto a otras dotaciones de la Policía Local de Málaga que acudieron en apoyo, identificaron a todos los ocupantes del microbús y comprobaron que eran un total de 11 clientes. Estos explicaron que habían contratado el servicio a través de Internet a una empresa de otra provincia andaluza.
Durante la inspección del vehículo, los policías comprobaron que había sido modificado y que presentaba diversas anomalías e irregularidades por las que se denunció a la empresa. Entre ellas, las neveras donde transportaban las bebidas no tenían ningún tipo de sujeción, se había instalado un sistema de ventiladores en el suelo por donde salía humo y el sistema eléctrico incumplía las medidas de seguridad y protección.
Finalmente, los agentes descubrieron que la capacidad máxima que ofrecía el autobús era de 19 plazas, incluyéndose en el servicio un mínimo de dos botellas de vino o cava, e incluso refrescos para niños. Además de esto, se ofertaba la posibilidad de incluir botellas de licor acompañadas de refrescos.