La edición de The Guardian publica que Angela Merkel ha dicho que Alemania debe luchar rigurosamente contra el extremismo de derecha.
Más si cabe después del asesinato de un político prominente.
El arresto de un hombre de 45 años con presuntas simpatías de la extrema derecha por el asesinato de Lübcke, un aliado regional de Merkel conocido por sus puntos de vista pro-migrantes, conmocionó a Alemania.
Lübcke, el jefe del gobierno del distrito en Kassel en el estado de Hesse, recibió un disparo en la cabeza a corta distancia en la terraza de su casa.
Todo ello instó a una respuesta gubernamental más clara frente a los extremistas anti-inmigrantes.
El canciller, en una reunión anual de iglesias protestantes en Dortmund, dijo que el extremismo de derecha debe combatirse “sin ningún tabú”.
“De lo contrario, tendremos una total pérdida de credibilidad”, dijo, y agregó que el gobierno se tomó el tema “muy, muy en serio”.
Su ministro del interior, Horst Seehofer, hizo comentarios similares la semana pasada.
Alemania actualmente alberga a 12.700 radicales de extrema derecha potencialmente violentos, y una encuesta de Civey mostró que el 60% de los alemanes piensan que el gobierno está haciendo muy poco para oponerse a ellos.
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