Internacional, 19 mayo.- Varios medios de comunicación ya se han hecho eco de las numerosas críticas dirigidas a la artista, en su actuación ayer noche en el festival de Eurovisión.
Además de sus más que comentados desafines en su versión de “Like a Prayer“, con un coro a modo de monjes acompañándola, muchos han sido los seguidores de la cantante que la han criticado por su intervención en un festival organizado por Israel, haciendo caso omiso a las opiniones de sus fans.
Los intentos de boicot al festival por parte de ciertos movimientos pro palestinos, no han tenido el impacto que se pretendía.
Desde que Netta Barzilai ganara el festival el año pasado, muchos han sido los que han acusado a los responsables del mismo de querer utilizar el evento para blanquear la imagen del país.
Sin embargo, ninguna delegación internacional suspendió su participación, y más aún, en ningún momento parecía que la actuación de Madonna hubiera corrido peligro si no hubiera sido por las altas exigencias tanto por su caché, por las necesidades del espectáculo y por las exigencias personales de la cantante..
Por ello Madonna no sólo se ha llevado las críticas por acceder a intervenir como invitada en el festival, sino que también por el resultado de su actuación.
Pero no sólo quedan ahí los ecos de su interpretación musical.
A esto se le une la prensa israelí, que este mismo domingo ha publicado que la aparición de la bandera palestina durante la actuación de Madonna, causó una verdadera sorpresa, resaltando el carácter político de esta edición.
Islandia ya sacó enseñas palestinas durante las votaciones fue de los momentos más comentados en la noche, durante el directo, en las redes sociales, pero perfectamente predecibles porque habían mostrado previamente su apoyo al boicot.
Pero lo que nadie se esperaba era la aparición de estas enseñas palestinas en la espalda de uno de los bailarines del elenco de Madonna, ya que no lo había mostrado en los ensayos.
Todo este revuelo en Israel ha hecho que la propia ministra de Cultura en funciones, Miri Reguev, haya lamentado este suceso: “Creo que no debería involucrarse la política en un evento cultural o musical como éste. Pienso que fue un error e inapropiado, y con todo el respeto a Madonna, cosas así no deberían ocurrir”, dijo la ministra en Jerusalén, según ha recogido el diario Times of Israel. “No se puede ignorar que hubo banderas palestinas en el evento de un ente público, con dinero público”, señaló.
Madonna, eso sí, no acepta ninguna condición política en ninguna de sus actuaciones, pero sus seguidores se lamentan de que un simple abrazo de dos bailarines con banderas israelí y palestina no haya sido suficiente justificación.
Por supuesto, Madonna sigue siendo la reina del pop y con su espectacular presentación de su single Future en el mismo escenario de la polémica, ha conseguido realmente la repercusión que se esperaba de ella.
