SEVILLA 28.3.2020 / Jose Manuel García Bautista
Un inquietante fantasma apegado al escenario de la vida es el llamado “hombre de las mil caras” que era como se conocía al extraordinario Lon Chaney.
Murió en 11930, padecía una neumonía que contrajo en 1929 y una grave hemorragia en la garganta producida por un terrible cáncer apagó sus días.
Su muerte, inesperada, dejó su lápida sin grabar en el Forest Lawn Memorial Park Cementery de Glendale, en California.
Afirman que se aparecía en un viejo banco en el que solía esperar el autobús que le llevaba a los estudios donde trabajaba como extra, hasta que se quitó de ese lugar y ya no se volvió a aparecer más.
Donde sí parece que sigue estando su espectro es en la plataforma de sonido 28 de la Universal Estudios, lugar muy vinculado a su persona a raíz de la representación del inolvidable “Fantasma de la Ópera”.
Gusta de jugar con las luces, las puertas y el decorado entre el pánico de aquellos que son testigos de lo imposible.
TAMBIÉN PUEDE INTERESARTE: ¿Qué misterio encierra Orión?
