SEVILLA 28.9.2020 / Jose Manuel García Bautista
La vacuna contra la COVID-19 podría desarrollarse en el laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que dirige el virólogo Luis Enjuanes.
La diferencia de esta vacuna con otras es la experiencia previa que tiene el equipo en trabajar con otros coronavirus, según declaraciones de Enjuanes: “Ninguno de ellos lleva 35 años trabajando con coronavirus como es nuestro caso”.
En enero de 2020, su grupo comenzó a trabajar en el desarrollo de una vacuna, aplicando la misma técnica que se usó con los brotes de SARS-COV, en el año 2002, y de MERS, en 2012, dos coronavirus provenientes de murciélagos.
Modificar el virus artificialmente
El virólogo destaca que están trabajando en una vacuna “que probablemente vaya un poco más lenta, pero que es muchísimo más completa”.
Enjuanes explica que en el año 2000 desarrollaron “un sistema para poder modificar el virus eliminando genes responsables de su virulencia porque, cuando se hace esto, el virus se atenúa y es candidato a la vacuna”, lo que significó un hito ya que fue el primer virus en el mundo modificable en cada uno de sus genes.
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El objetivo es lograr una “versión atenuada del virus que poder administrar como vacuna para que los pacientes desarrollen una respuesta inmunológica que les proteja en futuras exposiciones al virus virulento”, según el Centro Nacional de Biotecnología.
Enjuanes incide que esto “induce a una protección del 100 %, es lo que se denomina una protección esterilizante”.
Efectividad
Esto significa, según palabras del virólogo “que cuando un individuo está vacunado y recibe un patógeno del exterior, éste no tiene la oportunidad de replicarse, de infectar y amplificarse porque el sistema inmune está también preparado y atento y con tanto nivel de respuesta que no le da oportunidad al virus de infectar células y de reproducirse”.
De las vacunas que se están desarrollando en el mundo, sólo la norteamericana que desarrolla Johnson and Johnson comparte las mismas características.
Spray intranasal
Enjuanes, en La Razón, explicaba que se dirige la vacuna “donde hace falta” y como la entrada de la COVID-19 se produce por las vías respiratorias y la inmunidad en las mucosas “no se induce como la interna (…) hay que estimular el sistema inmune justo en esa mucosa respiratoria”, por lo que la vacuna se aplicará con un spray intranasal.
“La idea es que vaya a las vías respiratorias y el pulmón y allí induzca esta inmunidad que protege esas áreas”, algo que no se produce si realiza mediante un pinchazo por la compartimentalización de la respuesta en las mucosas, “que quiere decir que si inmunizas la del ojo derecho no se inmuniza la del izquierdo”.
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