Los bandos se darán una nueva tregua.
Redacción 30.6.2019.-
Según publica BBC News, EE.UU. y China acordaron este sábado reanudar las negociaciones comerciales
Con ello se reduce la presión en la larga disputa que les enfrenta y que ha contribuido a la desaceleración de la economía global.
La reanudación del diálogo bilateral fue anunciada tras el encuentro que sostuvo el mandatario estadounidense con su homólogo chino en el marco de la Cumbre del G20 en Japón.
En lo que es considerado como una concesión importante a Pekín Trump dijo que permitiría que las empresas de su país le sigan vendiendo componentes y equipos al gigante tecnológico chino Huawei.
Trump confirmó que no añadirá aranceles sobre importaciones chinas valoradas en 300.000 millones de dolares y dijo que seguirá negociando con Pekín “por el momento”.
El presidente americano ha presentado su diálogo comercial con Xi Jinping como una victoria para EE.UU.
No obstante puede haberle dado a Pekín exactamente lo que buscaba en el caso de Huawei.
Aún no está claro si lo que el mandatario anunció es un levantamiento total de las prohibiciones.
Pero si lo fuera se trataría de una concesión importante por parte de Estados Unidos hacia una compañía que ha calificado como una amenaza a su seguridad nacional.
La reanudación del diálogo y la tregua en la imposición de nuevos aranceles serán vistos en el corto plazo de forma positiva por los mercados y por las empresas estadounidenses.
Las compañías chinas también han estado sufriendo.
La guerra comercial ha impactado en los planes de inversión, en la confianza de los empresarios y en las exportaciones de la segunda economía más grande del mundo.
Pero anunciar una tregua no significa que la guerra comercial haya concluido.
Y ambas partes tienen muchos temas sobre los cuales ponerse de acuerdo.
Washington quiere que Pekín
Washintong quien que cambie la forma como la economía china ha crecido durante las últimas cuatro décadas.
Elimine los subsidios a las empresas estatales, abra su mercado interior y, más importante aún, desea que rinda cuentas si no cumple con alguno de estos compromisos.
Pero ya Pekín ha dicho públicamente que no se va a doblegar en cuestiones de principio ni va a ceder ante la presión de EE.UU.
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