SEVILLA 27.9.2020 / Jose Manuel García Bautista
Podría parecer una simple e inofensiva muñeca, a buen seguro otras como ella lo eran, dentro de la conocida serie de muñecos de Raggedy Ann. Una muñeca que se basaba en un personaje creado en 1920 por el diseñador Johnny Gruelle. Más de una década después ocupaba lugares destacados en la cima de ventas de juguetes en Estados Unidos y los Estudios Fleischer realizaron dibujos animados y cortos, estos estudios eran los responsables de los muy destacados de Supermán, el gran superhéroe.
Con los años la muñeca se convirtió sólo en objeto de coleccionista en 1970 comienza nuestra historia… Una chica llamada Donna, estudiante de enfermería, vivía en un piso compartido con Angie. Al cumplir 20 años su madre le regaló esta muñeca y se comenzaron a producir hechos de difícil explicación.
La muñeca solía estar acomodada sobre la cama de Donna, al regresar de sus clases en la universidad encontraba a la muñeca fuera de su ubicación en la cama. Creía que su compañera de piso la había cogido pero la cosa se volvió más extraña cuando ambas salieron un día y al regresar juntas se encontraron a la muñeca sentada en la puerta del dormitorio… Ninguna de las dos jóvenes había podido ser… Y la muñeca comenzó a ser encontrada en otras ubicaciones de la casa como movidas por una fuerza invisible que la poseía.
Donna tenía un novio, Lou, y cuando entró en el piso y vio a la muñeca sintió una repulsión inmediata, decía que algo maligno la habitaba…
Pero no quedaron ahí los hechos: ambas jóvenes comenzaron a encontrar notas escritas con letra de niño pequeño que decía “ayuda” o solicitaba ayuda para Lou, todo de lo más extraño entre la serie preocupación de las chicas.
La terrible Annabelle
No pensaron en nada paranormal, al contrario, creyeron que era una broma o alguien que se colaba en su casa y les hacía jugadas de este tipo que las inquietaba hasta una noche en la que estaban ambas solas en la casa y Donna notó que la muñeca tenía sangre en las manos…
Recurrieron a un médium que les dijo que la muñeca estaba poseída por el espíritu de Annabelle Higgins, una niña que murió asesinada con siete años en las inmediaciones de la casa ya que era una especie de solar de juegos para los niños. El espíritu de la niña que habitaba la muñeca le dijo que se encontraba a gusto con Donna y Angie y quería que la cuidaran.
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Las chicas comenzaron a cuidar a la muñeca y a llamarla Annabelle, parecía un juego, pero un juego más serio de lo que pudieran pensar en un principio. Lou montó en cólera, decía que sabiendo que la muñeca estaba poseída era una sinrazón cuidarla y protegerla, que estaban jugando con fuerzas que no entendían… Y Lou sufrió las consecuencias: seria pesadillas lo atenazaron…
Experiencias terroríficas
Una noche mientras planificaban un viaje al que Annabelle no estaba invitada sintieron ruidos en el cuarto de Donna, temían que hubiera entrado un ladrón, abrieron la puerta y todo estaba en orden salvo la muñeca que estaba en una esquina.
Lou se acercó a ella y sintió como si alguien estuviera detrás suya, seguidamente un le comenzó a doler el estómago y a sangrar…, tenía unas especie de marcas como si alguien lo hubiera cortado con un objeto muy afilado, una serie de navajas, como una garra tipo Freddy Krueger.
La situación era insostenible y se llamó al padre Egan quién atendió a los jóvenes y consultó su historia con el también sacerdote Cooke, experto en demonología. Ambos trataban de descubrir si la muñeca estaba poseída o no.
Así fueron llamados un matrimonio, los Warren, fundadores en 1952 de la Sociedad de Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra y propietarios del Museo del Ocultismo en Connecticut. El caso les interesó mucho y quisieron acercarse a la muñeca, a Annabelle. Determinaron que no estaba poseída sino que tenía un embrujo además de que el piso de Donna y Angie estaba también poseído por una entidad demoniaca y que usaba a la muñeca para actuar sobre las chicas con el objetivo final de cumplir una posesión sobre un ser humano, en este caso sobre Donna.
Fueron las chicas las que alentaron al espíritu a tomar fuerza cuando adoptaron la muñeca en casa e incluso le pusieron nombre mostrándose cariñosas con ella, así su poder comenzó a extenderse y a ser maligno, como en el episodio de Lou.
Los Warren optaron por la opción más factible: un exorcismo y llevarse la muñeca a su museo para que no volviera a crear ningún problema a las jóvenes ni a nadie más. Pero el matrimonio subestimó el poder de la muñeca quién comenzó a manifestarse en su casa sentándose en la silla de Ed o en otros lugares.
Los Warren
Jason Bradford, sacerdote y exorcista, quería conocer a Annabelle pues los Warren le habían narrado su historia; al ver a la muñeca la zamarreó y dijo que jamás podría hacer daño a nadie… Al regresar a su iglesia le fallaron los frenos del coche y tuvo un accidente, salvó la vida pero el susto y el recuerdo de Annabelle fue imborrable.
Los Warren construyeron una casita-prisión con llaves para Annabelle donde quedó encerrada y no se movería más, pasó a ser parte del Museo de objetos embrujados y su historia sería imperecedera para aquellos que juegan con poderes más allá de la razón…
Estando encerrada en el Museo también hizo de las suyas: un chico se burló de ella, al regresar tuvo un accidente de moto contra un árbol muriendo en el acto, la joven acompañante salvó la vida pero estuvo hospitalizada durante meses.
En 1980 se narró esta impactante historia por parte de Gerald Britlle en su libro “The Demonoligist: The Extraodinary Carrer of Ed and Lorraine Warren” y hace pocas fechas lo podemos disfrutar en la gran pantalla bajo el nombre sugerente de “Expediente Warren”, esta ha sido su verdadera historia, terrorífica historia.
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