La solución del aceite a su crisis

Manuel Ponce

Almacenar producto contra bajos precios

Óscar Tomasi

Madrid, 13 julio 2019.- Los productores españoles de aceite de oliva analizan cómo combatir la crisis en la que están inmersos por los bajos precios.

Todas las soluciones planteadas pasan por un mismo camino.

Almacenar producto para que la oferta sea menos abundante.

Con un precio en origen que es el que recibe el agricultor de cerca de 2,3 euros por litro de virgen extra frente a los 3,8 euros que se cobraban hace dos años.

Los costes de producción medios se disparan al entorno de los 2,8 euros.

Parte del sector exhibió músculo esta semana con una manifestación en Sevilla a la que asistieron cerca de 20.000 personas según los cálculos de la organización.

La cita también reflejó las divergencias que existen en el seno del sector.

Ni Cooperativas Agro-Alimentarias ni Asaja participaron en el acto.

Este había sido convocado por las organizaciones agrarias UPA y COAG.

La situación contrasta con el respaldo de todos ellos a una concentración en Jaén celebrada a finales de mayo.

Los lamentos del aceite de oliva proceden sobre todo de Andalucía. Allí se concentra el 80 % de la producción.

El Ministerio de Agricultura tiene previsto convocar una mesa sectorial para la próxima semana.

El objetivo es analizar qué medidas tomar.

El ministro en funciones ha respaldado una propuesta dirigida a permitir almacenar temporalmente aceite en las instalaciones de las cooperativas.

Se está consultando a la Comisión Europea, cuyo visto bueno es necesario.

Desde Cooperativas Agro-Alimentarias han explicado que esta opción procede del análisis de la legislación comunitaria que abre una puerta a la retirada de producción.

La operación está reservada a cooperativas y a priori es la única que podría activarse a corto plazo.

La CE tiene un límite máximo de cuatro meses para pronunciarse.

Además de esta vía existen otras tres más de carácter obligatorio y no voluntario pero su activación parece más lejana.

La principal es activar el llamado sistema de “almacenamiento privado”.

Un mecanismo recogido en la legislación europea por el cual Bruselas da ayudas para favorecer la retirada de determinados productos cuando su precio ha descendido de forma notable.

Exige que los precios se sitúen por debajo del umbral de 1,78 euros por litro en el virgen extra, 1,71 en el caso del virgen y de 1,52 euros en el lampante.

El sector reclama desde hace años una actualización de estas cifras por considerar que se han quedado desfasadas.

Igualmente existe en la OCM un artículo que abre una puerta a que la interprofesional del aceite de oliva realice una retirada de producto obligatoria.

Este punto es “interpretable” y no se espera una respuesta en firme hasta la próxima campaña.

Otro artículo recoge medidas para mejorar el funcionamiento de los mercados. Actualmente lo reserva únicamente para el vino.

Desde el sector quieren ampliar su ámbito de actuación.

Esto deberá ser debatido en la reforma de la próxima PAC.

Cooperativas y organizaciones agrarias coinciden en destacar la importancia de contar con instrumentos que permitan regular la cantidad de aceite de oliva en el mercado para “estabilizar” los precios en origen, pero también en el supermercado, especialmente en un contexto como el actual, con mayores cosechas y volúmenes de producción en España.

De hecho, el litro de virgen extra en la tienda podía encontrarse esta semana en una conocida cadena de distribución a 3 euros por litro cuando hace un par de años era difícil verlo por debajo de los 4,5. EFE