SEVILLA 22.8.2019 / Jose Manuel García Bautista
El nivel de los pantanos de España se ha visto mermado debido a las altas temperaturas, el consumo lógico y la sequía.
El debido a ello que, en unión de factores, los habitantes de la localidad cacereña de Peraleda de la Mata han vuelto a ver el “dolmen de Guadalperal”, emergido ahora.
Se trata de un monumento megalítico del III milenio al II milenio a.C., que quedó sumergido con la construcción del pantano de Valdecañas.
Consta de 140 piedras de un indudable valor arqueológico, así se ha pedido que sea trasladado para evitar su deterioro bajo el agua.
Ángel Castaño, presidente de Raíces de Peraleda, indicaba a ABC que: “La piedra aún está bien, pero el granito está más poroso, hay grietas…
Pero lo más importante es que había un menhir esculpido con una serpiente, y se nota ya muy erosionado, no aguanta más tiempo sumergido”.
El monumento está formado por una cámara en óvalo con unas dimensiones de 5 metros de diámetro y un pasillo de acceso que tenía 21 metros de largo.
Al final de este corredor es donde se encuentra el menhir. A todo ello se suma un anillo exterior de piedras que sostenían el túmulo posiblemente como falsa cúpula.
Sobre ello Castaño refería a ABC que: “Se trata de un dolmen megalítico de gran valor que ahora, por primera vez, y quién sabe si última vez, es accesible por completo.
Nuestra asociación quiere lanzar la voz de alarma a las autoridades competentes para que aprovechando la ocasión, lo rescaten de las aguas.
Está bien conservado pero ya muestra signos muy claros de deterioro y puede que la próxima vez que las condiciones permitieran un rescate fuese ya demasiado tarde”.
Fue en 1925 cuando lo descubrió el sacerdote y arqueólogo alemán Hugo Obermaier en la finca del Duque de Peñaranda.