Se le impuso una pena de 9 meses de prisión por «golpear por todo el cuerpo» a la menor de tres años
Redacción: 10/11/2021
Según El Diario del Sur, la joven detenida en Carretera de Cádiz por supuestos malos tratos a su bebé de 15 meses cuenta con un antecedente por hechos similares. La mujer, de 21 años, ha sido condenada por agredir a otra hija cuando ésta tenía tres años (ya ha cumplido cinco).
Los hechos, que se declaran probados en la sentencia, sucedieron la noche del 14 al 15 de enero de 2020. Según el fallo, la mujer golpeó «por todo el cuerpo» y de «forma reiterada» a la niña, que sufrió contusiones y hematomas de los que tardó dos semanas en curarse.
En relación a este caso, el Juzgado de lo Penal número 2 de Málaga impuso a la joven una pena de nueve meses y un día de cárcel, así como una orden de alejamiento de 500 metros durante dos años respecto a la menor.
En la sentencia, que se dictó de conformidad con la acusada, se autoriza que pueda estar en compañía de su hija todos los miércoles, durante una hora, siempre que esté presente un familiar o en su caso en un punto de encuentro familiar.
La magistrada acordó la suspensión de la pena de cárcel a condición de que no volviera a delinquir y que comunicara cualquier cambio de domicilio. Sin embargo, solo unos días después -la sentencia tiene fecha del 15 de octubre- volvió a ser arrestada por agredir a su segunda hija, de 15 meses.
Nueva detención
La joven dio a luz a esta bebé en agosto de 2020. Un año después, la historia volvió supuestamente a repetirse. El pasado día 1 de noviembre, la Policía Local recibió una llamada que alertaba de una agresión a una menor en mitad de la calle.
Testigos vieron cómo la madre, que se mostraba muy nerviosa y agresiva, tiraba a la niña con violencia sobre el carrito y la golpeaba con fuerza y en repetidas ocasiones en la barriga con la mano abierta, según las fuentes consultadas.
El padre, de 51 años, se encontraba al lado en esos momentos y supuestamente no hizo nada por evitar las agresiones, siempre según los testimonios recabados por la policía; al parecer, en vez de actuar, se quedó mirando el móvil, tal y como ha adelantado SUR.
Una patrulla acudió al domicilio de la pareja. La joven les abrió la puerta y les permitió acceder a la vivienda. En esos momentos, la pequeña se encontraba dormida en su cuna. Estaba semidesnuda, boca abajo y sin pañal.
Los policías locales observaron que estaba todo muy sucio y que en el cuarto de la bebé había restos de heces en el suelo, la pared e incluso la barandilla de la cuna. El piso se encontraba en un estado similar. Había restos de comida de animales, cristales, cables sueltos y colillas por el suelo, como si nadie hubiera limpiado en bastante tiempo.
Los agentes detuvieron a la joven por un presunto delito de malos tratos habituales en el ámbito familiar y la condujeron a la Comisaría Provincial de Málaga. El Grupo de Menores (Grume) de la Policía Nacional, que se hizo cargo de la investigación, arrestó también al padre por su supuesta implicación en los hechos.
Los progenitores pasaron el jueves a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Málaga, que estaba en funciones de guardia. La magistrada ha ordenado el ingreso en prisión de la madre y ha dejado en libertad provisional al padre.
Además, la jueza ha dictado una orden de alejamiento de los progenitores respecto a la bebé y la suspensión cautelar de la patria potestad, que deja en manos de la Junta, según han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
La pequeña, por su parte, fue trasladada al Materno para ser examinada. Los pediatras de urgencias detectaron varios hematomas y observaron también que mostraba dolor cuando se le palpaban algunas zonas del cuerpo, según las fuentes. Además, presentaba enrojecimiento en brazos, muñecas y tobillos, así como falta de higiene.
La mujer alegó ante la policía que ella sabía cuidar perfectamente a sus hijas. Además de las lesiones y el estado general de la vivienda, los investigadores detectaron que alimentaban a la bebé con la misma comida que tomaban ellos y que, al parecer, no la llevaban a revisiones médicas; ella argumentó que era «imposible» sacar cita.
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