SEVILLA 26.1.2020 / Jose Manuel García Bautista
El acorazado “Bismarck” era el orgullo de la marina alemana, un acorazado poderoso y altamente armado. La dotación de este acorazado en el momento de su hundimiento superaba las 2400 personas.
Tras varias acciones de guerra en el Atlántico Norte y diversas maniobras evasivas el buque insignia de la marina alemana fue perseguido por lo más granado de la marina real británica.
El “Bismarck” acompañado del crucero “Prinz Eugen”, fue avistado abandonando el puerto noruego de Bergen. En su primer encuentro con los ingleses el “Bismarck” hundió al “Hood”, orgullo de la marina británica y dejó seriamente averiado al “Prince of Wales”, el más moderno de los acorazados de Inglaterra.
Entre las islas Feroes e Islandia los ingleses apostaron una escuadra de cruceros, mientras él a bordo del “King George V”, con el “Victorious” y el “Repulse” se apostó más adelante. Los cruceros pesados “HMS Suffolk” y “HMS Norfolk” fueron enviados a patrullar el Estrecho de Dinamarca. Estos serían reforzados por el “HMS Prince of Wales” y “HMS Hood”. Divisado el “Bismarck” el 23 de mayo a las 20:32 los cruceros “Norfolk” y “Suffolk” avistaron, igualmente, a los buques alemanes ingresando al Estrecho de Dinamarca.
El 25 de Mayo el “Rodney” cambia de rumbo al sur y cruza la proa del “Bismarck” sin detectarlo. El portaaviones “Victorius”, con la “Home Fleet”, estaba ya próximo a la situación de la fuerza alemana.
A medianoche, los serviolas del “Bismarck” señalaron la presencia de aviones torpederos enemigos. Mientras el buque serpenteaba para evitar los torpedos, las baterías anti-aéreas crearon una cortina de fuego que, no obstante, logró ser penetrada por un “Swordfish” que alcanzó con su torpedo un costado del “Bismarck”, sin causar graves daños gracias al blindaje alemán del barco sin embargo alcanzó los timones del acorazado y comenzó la tragedia…
Un Catalina del Servicio de Guardacostas, avistó al barco alemán quien abrió nutrido fuego de artillería obligando al avión a retirarse. Aviones del “Ark Royal” despegaron para dirigirse al punto señalado por el Catalina. Los preparativos para interceptar al “Bismarck” comenzaron inmediatamente. En la mañana, los barcos pesados llegaron a la zona de batalla. Inmediatamente el “Rodney” y el “King George V” intercambiaron salvas con el “Bismarck”.
El crucero “HMS Dorsetshire” pidió permiso para lanzar sus últimos tres torpedos antes de retirarse y el tercero hizo blanco en el buque alemán. Aquel día se consumó la tragedia del “Bismarck” y de las vidas que se llevó al fondo del océano.
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