SEVILLA 16.7.2020 / Jose Manuel García Bautista
Michael Shedworth es un británico que se pasea por su localidad con una caseta en la cabeza, dice que no lo hace por llamar la atención…
Sostiene que la caseta forma parte de su cuerpo y creció así, lleva años paseándose por las calles de Brístol (Reino Unido).
“No camino por Brístol con un cobertizo en la cabeza, camino por Brístol, y eso es todo. La gente no puede ver más allá del cobertizo a veces” dijo en una entrevista.
“Quiero poder ir a Aldi en paz para comprar el pan, setas y productos para madera sin que me miren con malos ojos y la gente me acose en la cola y trate de hacerse selfies conmigo”.
Actitud increíble
Lo increíble Michael Shedworth es que dice que no llevaba ninguna caseta en la cabeza, sino que él es así porque sus dos padres son cobertizos. “Siento que tengo que dejar claro que no soy solo una especie de buscador de atención que intenta vivir una extraña realidad alternativa. Esta es mi vida”.
A los 13 años, según él, le creció un “pequeño bulto” en el tejado y este terminó convirtiéndose en una chimenea que lanza fuego, y la música que suena a veces es algo “interno que sale de él”. Ver para creer.
“No es útil ser reconocido por la calle como una cara famosa” afirmó. “Para ser honesto, no me gustan mucho los humanos”.
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