SEVILLA 16.6.2020 / Jose Manuel García Bautista
Uno de los alimentos más importantes en nuestra sociedad actual es la patata, sus propiedades alimenticias han hecho de ella un elemento básico en nuestra dieta incluso salvando a grande poblaciones de tremendas hambrunas como sucedió en Irlanda en el siglo XIX.
La leyenda nos dice que había unas plantas muy hermosas en el Hospital de la Caridad en Sevilla que era cuidado con esmero por una religiosa. Aquella bellas flores salían de un tubérculos que los españoles había traído de América en el Descubrimiento y que los nativos comían pero en Europa no se le había encontrado el uso alimenticio.
Sería en el siglo XVI cuando la carestía de alimentos llevó a la población a una gran hambruna, sin nada que comer la gente moría de hambre. La religiosa recordando las palabras de Pizarro sobre el alimento de los nativos fue al jardín y desenterró una patata, la metió en agua hirviendo y posteriormente hizo una especie de puré con ella.
El resultado fue del todo apetecido pues aquello sabía bien y era nutritivo.
La leyenda prosigue que la Virgen se apareció a aquellas religiosas, bajo la
advocación de la Inmaculada Concepción, y bendijo aquellas patatas que desde entonces se encuentra como alimento destacado de nuestra dieta.
Y es que la necesidad también puede ocasionar hallazgos gastronómicos
casuales, como en esta ocasión.
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