SEVILLA 6.5.2020 / Jose Manuel García Bautista
El denominado como “evento de Tunguska” podría tener una explicación según las últimas investigaciones científicas al respecto.
El 30 de junio de 1908 un estallido arrasó 2.150 kilómetros cuadrados de taiga, de bosque en Siberia, aunque las diferentes expediciones a tan inhóspito lugar jamás encontraron el cráter.
Ahora un estudio indica que su posible origen pudo ser un asteroide metálico que atravesó la atmósfera y que coincidiría con los testimonios de aquellos que dijeron ver una brillante luz atravesando el cielo y una detonación ensordecedora.
La explosión fue de 30 megatones de potencia (las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki fue de 15 megatones) a una altitud de unos 10 o 15 kilómetros sobre el suelo hallándose algunos restos podrían ser de origen meteórico.
El estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society indica que este cuerpo fue un asteroide de hierro que ingresó en la atmósfera terrestre a una altitud relativamente baja y luego salió de ella dando origen a una onda de choque que devastó la superficie.
“Hemos estudiado las condiciones de paso de asteroides con diámetros de 200, 100 y 50 metros, que constan de tres tipos de materiales: hierro, piedra y hielo de agua, a través de la atmósfera de la Tierra con una altitud mínima en el rango de 10 a 15 kilómetros” indica el estudio dirigido por el astrónomo Daniil Khrennikov, de la Universidad Federal de Siberia.
“Los resultados obtenidos respaldan nuestra idea de que el fenómeno Tunguska no ha recibido interpretaciones razonables y exhaustivas hasta la fecha. Argumentamos que el fenómeno fue causado por un cuerpo de asteroide de hierro, que pasó por la atmósfera de la Tierra y continuó hasta una órbita casi solar”.

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