SEVILLA 28.3.2021 / Jose Manuel García Bautista
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Popular, dicharachera, única… muchos son los calificativos que podrían darse a la hermandad de “Los Gitanos” y todos serían acertados. Datan sus orígenes del 1753 en el convento del Espíritu Santo en Triana. La desamortización llevó al cierre al convento de San Estaban en el año 1837, peregrinaría por San Nicolás en 1860, en San Román en 1880 y en 1999 ve su sede definitiva en el santuario de Los Gitanos, antiguo colegio de El Valle.
Vio esta hermandad como la guerra y sus despropósitos hicieran arder su iglesia en 1936. Todas sus posesiones se perdieron en aquel cruel incendio, sus titulares, el bien más preciado de una hermandad, junto a ellas. Lejos de caer en el desánimo y la desesperanza la hermandad renació, cual ave fénix de sus cenizas, y entre los años 1937 y 139 el renombrado escultor José Fernández Andes había obrado el milagro tallando la imagen de Nuestra Señora de las Angustias y su nazareno glorioso el Señor de la Salud.
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Los gitanos de la cava se volcaron con su hermandad y lejos de caer en la desesperanza renació con nuevos bríos y renovadas ansias de religiosidad. Curiosamente el autor de las imágenes estuvo a punto de “colgar” las gubias debido al clima que se respiraba en aquella España del 33, aquella España republicana y falsamente descreída. Para que aquel maestro imaginero volviera a trabajar la cara de Cristo y de su Madre debió intervenir una comisión de ilustres de esta ciudad como Coullaut Valera, los hermanos Álvarez Quintero, el músico Joaquín Turina, Rodríguez León o el escritor Manuel Machado. El resultado fue prodigioso.
No hay en Sevilla quién hoy día duda que el originaria Cristo de los Gitanos se convirtiera en ceniza en aquel incendio y prefiera creer aquel rumor en el que su Cristo se salvó de la voracidad de las llamas y fue salvado por unos sevillanos que lo entregaron en absoluto secreto a un ilustre de la ciudad.
Y es que en Sevilla encontramos tantas historias como leyendas, el peso de la fe es lo que diferencia a unas de otras, a cual más hermosa. Hoy día la hermandad de Los Gitanos tiene unas manifiestas vinculaciones con la Casa de Alba.
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