Según el Mundo, en el que ha sido el peor día hasta la fecha de su presidencia, Joe Biden compareció anoche ante los medios de comunicación para leer un breve mensaje sobre la situación en Afganistán y asumir la responsabilidad por la muerte de al menos 13 militares estadounidenses y 72 afganos en el aeropuerto de Kabul y en el Hotel Baron, en esa misma ciudad.
Redacción: 27/08/2021
“No perdonaremos, no olvidaremos, os vamos a cazar y os lo haremos pagar”, dijo Biden, que declaró que había pedido a los mandos militares “planes de operaciones” para actuar contra el Estado Islámico de Jorasán, la organización que ha reivindicado el doble atentado en Kabul. “Responderemos con fuerza y precisión en el momento en que queramos y en el lugar que mejor nos convenga”, afirmó el presidente estadounidense, que también dijo que “soy responsable de todo lo que pasa”.https://omny.fm/shows/el-mundo-al-dia/la-historia-de-un-atentado-anunciado/embed
Dijo el presidente que lo que hay que hacer ahora es sacar a todos los estadounidenses y a sus colaboradores, a la vez que buscar a los responsables del ISIS-K. “Lo haremos estén donde estén”.
Sin embargo, Biden se reafirmó en su defensa de la retirada de Afganistán y en cómo se ha llevado a cabo ésta. Interrogado acerca de si es un error que EEUU dependa de los talibán, es decir, el grupo que acogió a Osama bin Laden y que ayer volvió a negar que éste fuera el responsable de los atentados del 11-S, el presidente replicó con un directo “no”. El jefe del Estado y del Gobierno estadounidense esta, además, convencido de que los ultrafundamentalistas afganos tienen la misma lógica política que la Casa Blanca, y así lo repitió una y otra vez.
“Es en el interés de los talibán que el ISIS-K [el nombre del Estado Islámico del Jorasán en inglés] no haga una metástasis”, dijo Biden. Su evaluación llega con cierto retraso, dado que, según el propio Servicio de Investigación del Congreso de EEUU, esa organización terrorista se encuentra presente en el Este y en el Norte de Afganistán, es decir, en dos regiones separadas entre sí más de 400 kilómetros en línea recta.
Biden se mostró emocionado, hasta el punto de que tuvo que interrumpir sus discurso en una ocasión porque las palabras se le atragantaban ante lo que Brett Bruen, director de comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional desde 2009 hasta 2013 – cuando EEUU llevó a cabo, precisamente, la escalada en Afganistán y la operación que concluyó con el asesinato de Osama bin Laden – calificó ayer a EL MUNDO de “desastre sin paliativos”.
Para Bruen, que estuvo en Irak con el Departamento de Estado, “toda la operación de evacuación se ha centrado en hacerlo de la manera más rápida posible para que así Afganistán quede atrás y la agenda política vuelva a centrarse en asuntos domésticos”. Ese criterio ha hecho que “no se hayan enviado las fuerzas suficientes, ni se haya desarrollado una capacidad para hacer frente a contingencias”. Para el ex alto cargo de la Casa Blanca, “no es inteligente tener un solo lugar para la evacuación, como el aeropuerto de Kabul, de modo que allí se concentre una enorme cantidad de gente que convierta la zona en un blanco para los terroristas”.
Una de las opciones que los críticos de la Casa Blanca han señalado en los últimos días es trasladar la evacuación a la base aérea de Bagram, a 50 kilómetros al norte de Kabul. El problema es que hacer eso requeriría más de 10.000 soldados, y para Washington lo prioritario es irse de Afganistán lo antes posible.
Entretanto, Biden culpó a su predecesor, Donald Trump, de hecho de que estos 13 fallecidos hayan sido los primeros muertos en combate de EEUU en Afganistán desde febrero de 2020. “El anterior presidente hizo un trato con los talibán. Estados Unidos retiraría a todas sus fuerzas de Afganistán el 1 de mayo y a cambio los talibán no las atacarían. Ésa es la razón por la que no hubo ataques contra los estadounidenses: por el compromiso de los talibán”. Biden insistió en que, de no haber respetado ese acuerdo, hubiera tenido que enviar “miles de tropas a Afganistán a luchar en la guerra”.
Aparte de Trump, la culpa es, según el presidente, de los afganos. Biden volvió a repetir que “heredamos una situación en al que las Fuerzas Armadas afganas se colapsaron en 11 días”, lo que parece sugerir que, de alguna manera mágica, él no era el presidente cuando eso sucedió.
En un tono más paternalista, Biden recalcó que “Afganistán está formado por tribus que nunca se han llevado bien entre sí”. Según las Fuerzas armadas de EEUU, entre 2001 y 2021 murieron 150.000 soldados y milicianos afganos combatiendo a los talibán. En el periodo de 1994 a 2001 fallecieron varias decenas de miles más también en esa misma guerra. Los muertos estadounidenses en el conflicto ascienden a 2.464, sin contar a los de ayer.