SEVILLA 18.1.2020 / Jose Manuel García Bautista
En no pocas ocasiones la persona es testigo de un fenómeno paranormal.
En los últimos tiempos, tal vez alentado por la gran cantidad de programas de radio y televisión que hablan de estos temas, son muchas las personas que hablan de misteriosas experiencias con apariciones, fantasmas, fenómenos ufológicos o de haber estado, alguna vez, en el interior de una casa encantada donde lo paranormal se manifestó para desconcierto y miedo de las personas que tuvieron tal experiencia.
No hay un catálogo que indique como se debe la persona comportar cuando surgen este tipo de hechos, normalmente el miedo y tratar de huir del lugar es la reacción más lógica y entendible.
Sin embargo aquellos que están movidos por la curiosidad de estos fenómenos reaccionan de forma bien diferente.
El miedo es una reacción de nuestro cuerpo/mente cuando la persona se siente amenazada o ante un peligro; sería muy irresponsable no correr y tratar de salvar la vida cuando hay un incendio o una catástrofe natural, es el instinto de supervivencia que, no nos engañemos, mueve el miedo.
Tener miedo no es de cobardes sino de cautos, otra cosa es cómo afrontar ese miedo.
Si el mismo surge ante la materialización de un fenómeno paranormal, como bien pudiera ser la aparición de formas fantasmagóricas ente nuestros ojos, desplazamiento de objetos, cambios bruscos de temperaturas o, incluso, que se establezca un contacto físico, debemos estar preparados para ello.
Pensar que esa realidad con la hemos contactado no pretende hacernos nada, tal vez sienta el mismo miedo que nosotros o necesite de nuestra ayuda.
Por ello hemos de calmar nuestra mente y templar los nervios. Si se dispone de equipo de investigación -grabadoras, cámaras de vídeo y demás- se debe tratar de captar con dichos dispositivos todo el suceso, en su defecto nuestro teléfono móvil sería el adecuado.
Para comenzar se realizaría un barrido de fotografías que captara todo lo que de extraño está sucediendo, si se puede grabación de vídeo mejor pues aporta las escenas en movimiento.
Igualmente es aconsejable hacer una sesión de psicofonías para tratar de captar las llamadas “voces del misterio” o “del más allá” y que, pese a que no sabemos de la realidad del fenómeno ni su naturaleza, suele aportar datos de interés a toda investigación que se precie.
La actitud es importante, la persona no debe dejarse llevar por las emociones, aunque sienta una comprensible inquietud.
Igualmente no debe pensar que está ante un fenómeno paranormal como primera opción, todo lo contrario: todo fenómeno de estas características debe aparecer como opción paranormal en último lugar, antes hay que sopesar todas las opciones posibles, racionales y que puedan explicar el fenómeno.
Así todo fenómeno inexplicable en fotografía deberá pasar un estudio previo para descartar montajes, fraudes o posibles reflejos que lleven a creer que estamos antes una imagen paranormal cuando, en realidad, es inducida, creada, manipulada o extraña sin entrar en lo inexplicable.
Igualmente es muy importante que las grabaciones que se realicen de vídeo se disponga del original de la grabación y no una copia de segunda o tercera generación.
En la actualidad hay programas de edición de imágenes que hacer auténticas obras de arte y que pueden llegar a engañar a un ojo entrenado en el análisis de este tipo de fenómenos.
Programas de edición de vídeo a varias capas, creación de efectos especiales y similares hacen que no sean pocas las grabaciones que circulan por plataformas de vídeos y redes sociales causando conmoción e inquietud y realmente son elaborador montajes.
Bien es cierto que otros, los menos, pertenecen al reino de lo indefinido, puede que de lo paranormal, y ese es el porcentaje que debe centrar los esfuerzos y análisis del estudioso e investigador.
Tengamos en cuenta que nada más se certificase científicamente que una de esas grabaciones fuera real tendríamos una poderosa y contundente arma que dejaría en evidencia la realidad del fenómeno que se estudia bajo la denominación de “fantasmas” o “fantasmogénesis”, así como todo lo que se pudiera derivar de ello.
Finalmente en el apartado de la grabación de psicofonías es importante realizar el mismo y riguroso estudio, se debe realizar en formatos no comprimidos de audio (.mp3 por ejemplo) sino en el que mayor capacidad y reflejo de la realidad sonora nos ofrezca y se debe tener en cuenta el registro sonoro previo de los investigadores (para descartar sus voces) así como posibles sonidos que supongan una contaminación acústica del lugar.
Son consejos para todo aquel que se inicia en la difícil tarea de la investigación de fenómenos extraños y/o paranormales, fenómenos que exigen un gran sacrificio, mucha dedicación y tiempo más grandes dosis de paciencia pues este tipo de eventos son atemporales y no atienden a una periodicidad.
Evidentemente queda lo más importante en el investigador: objetividad y sentido común.
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