SEVILLA 30.10.2020 / Jose Manuel García Bautista
Es curioso comprobar como la fiesta de Halloween ha acabado introduciéndose en nuestra sociedad, poco a poco, de la mano de los más pequeños y como se ha dejado atrás aquella animadversión que se sentía por esta “americanada”. Curiosamente por la década de los 90 era extraño celebrar algo como Halloween en España, hasta se veía raro alguien disfrazado esa noche, ahora esa rareza es lo cotidiano y no seré yo, desde luego, quién ponga pegas o lo critique cuando de hacer felices a las personas se trata.
Pero… ¿De dónde viene Halloween y esta fiesta? El nombre de Halloween viene del inglés “All hallow’s eve” y su significado es “víspera de todos los santos”, que es la noche que tenemos entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre, la llamada víspera de la Fiesta de Todos los Santos.
Inicialmente se trataba de un rito o culto en el que se celebraba sólo a nivel
religioso, pero poco a poco fue teniendo un sentido más terrorífico hasta
alcanzar ese significado que tiene hoy de noche de disfraces, terror, de brujas y fantasmas. Así pues era una fiesta religiosa y nacida en la vieja Europa, siendo una costumbre de los druidas de Centroeuropa, gales y los celtas, incluidos aquellos que moraban por el norte de España.
Aquellos viejos druidas creían que el alma era inmortal y que se introducía en otro individuo al abandonar el cuerpo siendo la noche del 31 de octubre cuando rememoraban partes de su antigua vida y regresaban a su hogar a pedir comida.
Se adoraba a un ídolo, al “señor de la muerte” también llamado “Samagin” o
“Samahaim” quién actuaba a modo de oráculo y “despejaba” dudas sobre el
futuro, salud, prosperidad… Todo era consultable.
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Pero llegó el Imperio Romano y su cristanización y ello motivo que la fiesta
tratara de ser eliminada, al no poder con las raíces de la misma se trató de
“cristianizar” solapándola con la fiesta cristiana de Todos los Santos y la de los difuntos, que es el día siguiente, naciendo también todo tipo de creencias y supersticiones.
Así se mantuvo hasta nuestros días si bien es cierto que en pequeños núcleos de Irlanda y Gales se mantuvo aquel recuerdo pagano a “Samahaim” y de allí los inmigrantes de esta zona lo llevaron a Estados Unidos donde se hizo parte de su fiesta deformándose en las creencias más terroríficas e incluyendo en la fiesta un aporte: disfraces y seres como brujas, fantasmas o duendes. Todo ello aderezado de buen humor, cohetería y petardos y la célebre pregunta de los más pequeños: ¿Truco o trato?
En Estados Unidos se grabó una película que tenía como “escenario” la fiesta de Halloween y tuvo un gran éxito, se trataba de “Halloween” (1978, John Carpenter) y definitivamente Europa abrazaría esta fiesta que un día marchó de su tierra para volver transformada y deformada pero con un punto más carnavalesco que hace siglos.
El 31 de octubre por la noche (ya 1 de noviembre) se celebra la víspera de la
fiesta de Todos los Santos siendo bajo la creencia cristiana las ánimas del Purgatorio sus protagonistas. Los primeros días de noviembre siempre serán para honrar a los muertos, a los seres queridos fallecidos.
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